"Relaxaquio disciplinae"

ENVIADO ESPECIAL"La propagación de una cierta visión antijerárquica de la Iglesia da lugar a fenómenos como la Iglesia popular y ciertas asociaciones de sacerdotes, especialmente en los países de dominación comunista", dijo el prefecto de la Congregación para el Clero, cardenal Silvio Oddi, en una de las intervenciones que concluyeron los plenos del sínodo y dieron paso a las reuniones de círculos menores, que, en número de 10, han comenzado a reunirse en el palacio Nervi.

Esta crítica -dirigida, según los observadores, a un sector de la Iglesia nicaragüense y a la asociac...

ENVIADO ESPECIAL"La propagación de una cierta visión antijerárquica de la Iglesia da lugar a fenómenos como la Iglesia popular y ciertas asociaciones de sacerdotes, especialmente en los países de dominación comunista", dijo el prefecto de la Congregación para el Clero, cardenal Silvio Oddi, en una de las intervenciones que concluyeron los plenos del sínodo y dieron paso a las reuniones de círculos menores, que, en número de 10, han comenzado a reunirse en el palacio Nervi.

Esta crítica -dirigida, según los observadores, a un sector de la Iglesia nicaragüense y a la asociación sacerdotal checoslovaca Pacem in Terris- se vio acompañada de ataques a la "testarudez" con que, según el cardenal Oddi, "algunos movimientos se oponen al celibato. Esta Ramada al orden eclesiástico coincidió con la realizada por el cardenal Giuseppe Siri, quien, en latín, se refirió a la "relaxaquio disciplinae" después del Vaticano II. "La libertad mal entendida", dijo Siri, "ha llevado a poner en discusión lo que era cierto para la Iglesia".

A las intervenciones de Oddi y Siri siguieron las de los representantes de las Iglesias cubana y angoleña. "Mientras en Roma se celebraba el concilio, en nuestro país el ateísmo llamado científico era elevado a dogma e impuesto desde el poder", manifestó el presidente de la Conferencia Episcopal Cubana, Adolfo Rodríguez Herrera. En el mismo sentido se expresó el angoleflo* Manuel Dacosta, quien dijo que su país vive "un proceso de marxistización creciente". La sintonía crítica la rompió el cardenal Lekai, quien dijo que en su país, Hungría, la radio transmite "por la mañana una pequeña biografía del santo del día".