Las tres H del síndrome en España / y 2

Asistencia primaria a los marginados

El Centro Público de Salud del distrito Centro, dependiente del Ayuntamiento de Madrid, es uno de los que más están trabajando en atención primaria y prevención sanitaria entre homosexuales, heroinómanos, y, sobre todo, prostitutas y chaperos. La directora del Centro, Pilar Estébanez, afirma que "en el problema del SIDA empezamos a trabajar, -dentro del programa de marginación que llevamos a cabo en el distrito, en noviembre de 1984, recogiendo para su estudio sueros de personas con mayor riesgo de contraer la enfermedad. A todos los que acuden les aplicamos una batería de estudio de en...

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El Centro Público de Salud del distrito Centro, dependiente del Ayuntamiento de Madrid, es uno de los que más están trabajando en atención primaria y prevención sanitaria entre homosexuales, heroinómanos, y, sobre todo, prostitutas y chaperos. La directora del Centro, Pilar Estébanez, afirma que "en el problema del SIDA empezamos a trabajar, -dentro del programa de marginación que llevamos a cabo en el distrito, en noviembre de 1984, recogiendo para su estudio sueros de personas con mayor riesgo de contraer la enfermedad. A todos los que acuden les aplicamos una batería de estudio de enfermedades sexuales y en él incluimos el protocolo del SIDA si el individuo está incluido en un grupo de alto riesgo".Los sueros recogidos se envían, para su análisis, al Centro Nacional de Microbiología, Virología e Inmunología Sanitarias de Majadahonda. En los casos en que se detecta contacto con el virus del SIDA se repite y amplía la prueba transcurridos seis meses. Al afectado se le explica su situación, se le indica que dar positivo en el test no implica necesariamente que se vaya a padecer la enfermedad y se le informa de las medidas de prevención que debe seguir para evitar el contagio a sus allegados.

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"Los resultados cambian cada semana", dice la doctora Estébanez, "pero hasta ahora hemos detectado un 15% de positivos entre la población en riesgo que ha acudido al centro. De éstos, el mayor porcentaje se da entre los homosexuales". Junto a esta atención el centro da charlas informativas sobre prevención del síndrome a los homosexuales, chaperos y prostítutas que allí acuden.

Vivir mal la marginación

Casi todos los chaperos que acuden al centro pasan por el despacho de Amparo Comas, asistente social del mismo. "Ninguno tiene la cartilla de la Seguridad Social y vienen aquí para pedir la de Asistencia Médica y Farmacéutica", la famosa cartilla de la Beneficencia.

"De dos meses a esta parte", dice Amparo, "vienen desconcertados y angustiados, creyendo que tienen los síntomas que leen en los periódicos o que comentan entre ellos y que luego no son ciertos. Por otro lado, viven muy mal la marginación en que se encuentran, y ahora con el SIDA se están sintiendo todavía más marginados, incluso por parte de los clientes". Marginación que se traduce en problemas sociales típicos en tal situación: falta de trabajo y falta de alternativas por parte de la Administración.

El recelo no es sólo hacia la sociedad, sino también dentro del propio gueto. "Entre ellos mismos empieza a haber desconfianza si saben que alguno se ha hecho los análisis. Se rompe así la solidaridad interna, su única defensa contra el mundo exterior".

A pesar de esto, Manolo, el Cojo, cree que el Centro Público de Salud del distrito "está desarrollando una labor magnífica con las prostitutas, pero, al ser mujeres todas las responsables, no acaban de comprender el problema de los chaperos y de los homosexuales. La verdad es que han ido pocos chaperos, y a muchos casi les he obligado yo a ir".

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