François Mitterrand y Helmut Kohl acuerdan establecer un teléfono directo entre París y Bonn

El presidente francés, François Mitterrand, y el canciller alemán, Helmut Kohl, celebraron ayer en la Costa Azul una de las periódicas cumbres francogermanas. Ambos mandatarios- discutieron de la cooperación europea y entre los dos países una vez que Mitterrand hubiera manifestado que deseaba acabar "de una vez para siempre con el oscilamiento constante entre el entendimiento y el desacuerdo cordial" franco-germano. La reunión concluyó sin logros concretos, excepto la decisión de instalar un teléfono directo entre París y Bonn.

La cumbre duró sustancialmente menos de las siete ho...

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El presidente francés, François Mitterrand, y el canciller alemán, Helmut Kohl, celebraron ayer en la Costa Azul una de las periódicas cumbres francogermanas. Ambos mandatarios- discutieron de la cooperación europea y entre los dos países una vez que Mitterrand hubiera manifestado que deseaba acabar "de una vez para siempre con el oscilamiento constante entre el entendimiento y el desacuerdo cordial" franco-germano. La reunión concluyó sin logros concretos, excepto la decisión de instalar un teléfono directo entre París y Bonn.

La cumbre duró sustancialmente menos de las siete horas inicialmente previstas, como muestra evidente de la falta de avances concretos. Al final, sólo buenos propósitos y nada concreto, excepto el establecimiento de un teléfono directo y protegido contra filtraciones "que tenga en cuenta todos los progresos de la tecnología".Comenzada a la una de la tarde en Fort de Bregangon, una fortaleza del siglo XI próxima a Saint Tropez, empleada como lugar de retiro por los presidentes franceses desde los. años sesenta, la reunión sólo se interrumpió para el almuerzo y había concluido a media tarde.

Mitterrand comentó entonces que los temas de la entrevista "se imponían por sí mismos" y que Por ello trataron "de las relaciones Este-Oeste, que comprenden evidentemente los equilibrios estratégicos" y los problemas de seguridad, "porque a la seguridad de uno le interesa la del otro". El primero de estos puntos tenía especial relevancia, a escasas semanas de la visita que el número uno soviético, Mijail Gorbachov, va a realizar a París.

El proyecto de Avión de Combate Europeo -cuya concepción enfrenta a Francia y a la República Federal de Alemania (RFA), y que por ello tiende negros nubarrones sobre la cooperación europea deseada por el plan Eureka- también fue objeto de discusión, si bien, y a tenor de las palabras del presidente francés, fue una discusión de, sordos. "He hecho observar al canciller que es difícil llegar a un acuerdo sobre algo- cuando no se habla de la misma cosa, es decir cuando se discute sobre dos aviones diferentes", manifestó el presidente francés.

Mítterrand, no obstante, reiteró su esperanza "de que se pueda llegar a realizar diferentes series europeas que respondan a diferentes misiones que, al fin y al cabo, es lo que hicimos con el aerobús", el avión de transporte de pasajeros.

El canciller Kohl se felicitó por el excelenti estado de las relaciones franco-germanas e incluso habló de que "hemos hecho grandes progresos, aunque quedan muchas cosas por hacer: queremos establecer un lazo lo más estrecho posible entre Francia y la RFA". Pata el jefe de Gobierno de Bonn, "esto no está en contradicción con nuestros propios lazos con la OTAN y con Estados Unidos".

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La relación germana con la 'Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI) del presidente Ronald Reagan es mucho más estrecha de lo que París desearía y, aunque ninguno de los dos políticos quiso ayer hacer comentario alguno sobre esta cuestión, no cabe duda que Mitterrand reclamó a su contertulio explicaciones sobre las intenciones alemanas. En Francia preocupa el interés mostrado por Bonn en el plan de cooperacion propuesto por Washington para la SDI (el próximo mes una importante delegación de funcionarios e industriales de la RFA va a viajar a EE UU con este propósito), por temor a que pueda incidir negativamente sobre el Eureka.

Otro tema que. se piensa pudo ser tratado en la reunión de ayer, aunque nada dijeron sus protagonistas, fue la propuesta del Partido Socialista Francés de defender, en caso de necesidad, la RFA con su fuerza nuclear. La reacción alemana a esta oferta fue en su día de cautela y en Bonn fuentes oficiales manifestaron que agradecían el mayor compromiso francés en la defensa de Centroeuropa, aunque consideraban que la fuerza de disuasión francesa (18 lanzadores de misiles, en tierra, 21 bombarderos Mirage y seis submarinos) no podía reemplazar al paraguas nuclear norteamericano.

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