El fragmento de piel extirpado de la nariz de Reagan era cancerígeno

El presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, confirmó ayer que la porción de piel irritada que los médicos extirparon de su nariz la semana pasada era cancerígena, pero aseguró que se trata de "la forma menos peligrosa y más común de cáncer de la piel". Añadió que "no hay necesidad de un tratamiento posterior ni de exámenes (médicos) de seguimiento" y explicó que bastará con "no exponerse al sol" para evitar que reaparezca la lesión o padecer otras similares.

Reagan rompió el manto de silencio que sus asesores tendieron la semana pasada sobre la operación, revelando los resultados de...

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El presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, confirmó ayer que la porción de piel irritada que los médicos extirparon de su nariz la semana pasada era cancerígena, pero aseguró que se trata de "la forma menos peligrosa y más común de cáncer de la piel". Añadió que "no hay necesidad de un tratamiento posterior ni de exámenes (médicos) de seguimiento" y explicó que bastará con "no exponerse al sol" para evitar que reaparezca la lesión o padecer otras similares.

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Reagan rompió el manto de silencio que sus asesores tendieron la semana pasada sobre la operación, revelando los resultados de la biopsia realizada en el grano extraído por los médicos, al término de una miniconferencia de prensa que ofreció ayer en el despacho oval de la Casa Blanca.La reunión, la primera de ese tipo desde la celebrada el pasado mes de mayo -antes de comenzar una gira por Europa occidental-, fue también su primer encuentro con periodistas desde la conferencia de prensa que celebró el pasado 18 de junio.

"Yo no sabía, sino hasta que se me informó el pasado fin de semana, cuando me encontraba en el retiro presidencial de Camp David, que la lesión fue examinada y que era, de hecho, un carcinoma de las células basales, la forma menos peligrosa y más común de cáncer de la piel y que resulta de la exposición al sol", dijo el presidente Reagan.

Antes de hacer comentarios sobre la cuestión, Ronald Reagan advirtió que "haría una corrección" a las discrepancias que surgieron la semana pasada después de que su esposa, Nancy, desmintió las primeras versiones del portavoz de la Casa Blanca, Larry Speakes, sobre la realización de una biopsia de la piel extraída de la nariz.

Y, en tono contrito, se esforzó por minimizar las diferencias. El presidente norteamericano aseguró que nadie, ni siquiera él mismo, estaba al tanto del análisis.

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El presidente Reagan insistió en que el grano se infectó a consecuencia de la cinta adhesiva utilizada para fijar una sonda gastronasal después de la operación en la que se le extirpó un tumor intestinal canceroso, el sábado 13 de julio, en el hospital naval de Bethesda.

Al aludir al tema, Reagan reiteró que es alérgico al material e indicó que, semanalmente, recibe una inyección antialérgica.

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Reagan afirma que está dispuesto a una moratoria nuclear cuando EE UU acabe su actual programa de ensayos

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En la breve conferencia de prensa ofrecida en la tarde de ayer en la Casa Blanca, Reagan declaró que Estados Unidos está dispuesto a observar una moratoria permanente sobre las pruebas nucleares, pero solamente cuando haya concluido con su actual programa de ensayos. Refiriéndose al anuncio de suspensión de pruebas hecho recientemente por el máximo dirigente soviético, Mijail Gorbachov, Reagan dijo: "Si la URSS quiere transformar esta moratoria en moratoria permanente, o si quieren aceptar con nosotros una inspección bilateral de los ensayos nucleares, nosotros estamos dispuestos", informa desde Washington el corresponsal interino.

Reagan afirmó que Moscú ha hecho su anuncio de moratoria porque "ya han terminado con sus programas, como los de los misiles SS-20, SS-25 y SS-18, mientras nosotros ni siquiera hemos concluido el MX o el Midgetman". También aseguró que su Administración "espera la seria cooperación de los soviéticos" en las conversaciones de Ginebra, que calificó de foro adecuado para lograr reducciones efectivas de armamentos nucleares.

Reagan rechazó las acusaciones de barbarie hechas por Gorbachov, por arrojar sendas bombas nucleares sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, el 6 y 9 de agosto de 1945. "Siempre he creído", dijo, "que barbarie fue la aniquilación de 20 millones de sus mismos compatriotas por Stalin en esa misma época". Agregó que las explosiones nucleares "no sólo pusieron fin al mayor conflicto bélico y evitaron al menos un millón de bajas" norteamericanas en combate, sino que también "evidenciaron la amenaza que suponen las armas nucleares. Esa decisión ha servido para evitar una hecatombe nuclear y ojalá contribuya a la eliminación total de esos armamentos"

El presidente norteamericano anunció lo que denominó su "ofensiva de otoño" para lograr el respaldo del Senado y la Cámara de Representantes a una serie de iniciativas de ley, cuando el Congreso reanude sus labores tras concluir su receso de verano.

Reagan hizo una declaración en la que esbozó el buen estado de la economía norteamericana. Se manifestó satisfecho de que Estados Unidos "ha recuperado su posición de liderazgo" para contribuir a solucionar el problema del endeudamiento externo de países en desarrollo, y aseguró: "En el campo de las relaciones exteriores, hemos logrado contener el gradual expansionismo" de la Unión Soviética que se advertía durante la Administración de Jimmy Carter

"La causa de la libertad"

El presidente también felicitó a los legisladores que respaldaron la reanudación de su apoyo a las fuerzas rebeldes antisandinistas, con la aprobación de 27 millones de dólares (unos 4.500 millones de pesetas) en ayuda humanitaria en el presente año fiscal y la asignación de un importe similar en el año fiscal que comienza el 1 de octubre próximo. "La causa de la libertad es la causa de la paz", dijo, expresando satisfacción por el apoyo legislativo a la concesión de apoyo a fuerzas anticomunistas en Nicaragua, Afganistán y Camboya, así como también la anulación de la denominada enmienda Clark, que en 1977 prohibió la ayuda de Estados Unidos a los rebeldes que luchan contra el régimen marxista de Angola.

La conferencia de prensa coincidió con la divulgación de los resultados de un sondeo de opinión, auspiciado por el semanario Time, en el que casi un 67%, de los 1.013 adultos consultados aprobaron su gestión. Ése es el porcentaje más alto en favor de Reagan, superior en casi seis puntos al obtenido en mayo y en más de 17 al nivel más bajo de aceptación, registrado en el verano de 1982, cuando Estados Unidos atravesaba por el más agudo período recesionario desde la época de la gran depresión, en la década de 1930.

El vínculo entre los resultados de esa encuesta y la decisión de Reagan de reunirse con la Prensa fue evidenciado por el propio mandatario. Reagan hizo notar que los masivos déficit gubernamentales "son la principal preocupación" del público norteamericano según el sondeo.

Al aludir a un compromiso de resolución sobre el presupuesto que el Congreso aprobó la semana pasada, Reagan reitero: "Tengo lista mi pluma para vetar las leyes de asignaciones presupuestarias que el Congreso tiene que aprobar al reanudar sus labores". Muchos dirigentes legislativos temen que en esas leyes se esfumen los recortes incluidos en la resolución, que prevén una disminución máxima de 57.000 millones de dólares en el déficit presupuestario de 1986.

El presidente rehusó confirmar cuál será su actitud sobre un proyecto de ley (aprobado por la Cámara de Representantes, pero todavía estancado en el Senado) que prevé la imposición de sanciones a Suráfrica. "Nunca acostumbro decir lo que haré con una ley, hasta que tengo el documento sobre la mesa", dijo.

El presidente estadounidense reiteró, no obstante, la defensa de su estrategia de "participación constructiva" que permite las inversiones norteamericanas en Suráfrica y aseguró que ella ha permitido reformas sustanciales y beneficios tangibles para la población negra en ese país.

Ronald Reagan calificó de infundados los ataques contra su secretario de Estado, George Shultz, que, dijo, cuenta con toda su confianza.

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