Estados Unidos y la ley internacional

Sólo la ceguera fanática por su país puede disculpar a Mr. Roy de la Embajada Norteamericana, que escribía una carta al director en respuesta a un editorial de su periódico. Que Estados Unidos ha atropellado la decisión del alto Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) es evidente a todas luces. Alegar una de las partes, como hace Mr. Roy, que es un tema estrictamente político, es una grave ofensa a las leyes internacionales, a todos los seres de buena voluntad y a la inteligencia del lector.El litigio de Estados Unidos contra Nicaragua en particular, y contra toda Latinoamérica en general , n...

Sólo la ceguera fanática por su país puede disculpar a Mr. Roy de la Embajada Norteamericana, que escribía una carta al director en respuesta a un editorial de su periódico. Que Estados Unidos ha atropellado la decisión del alto Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) es evidente a todas luces. Alegar una de las partes, como hace Mr. Roy, que es un tema estrictamente político, es una grave ofensa a las leyes internacionales, a todos los seres de buena voluntad y a la inteligencia del lector.El litigio de Estados Unidos contra Nicaragua en particular, y contra toda Latinoamérica en general , no es ni una cuestión política ni tampoco de ahora.

Las Administraciones de Estados Unidos, en la historia de los últimos 160 años, muestran el espíritu agresivo y la falta de respeto de dichas Administraciones por las naciones latinoamericanas, y en especial por las de Centroamérica. Recordemos el torpedo lanzado contra Nicaragua por Estados Unidos a través del filibustero Walker, ciudadano estadounidense, y que llegó a ser presidente de Nicaragua con la ayuda y el aliento de todos los Gobiernos norteamericanos y las correspondientes autoridades de diversos Estados.

Recordemos las diversas invasiones de Nicaragua por Estados Unidos desde 1900, bendecidas por presidentes norteamericanos, de los que alguno llegó a ser premio Nobel de la Paz (?).

Recordemos las matanzas de los marinos estadounidenses en Nicaragua, especialmente en el pueblo de León, donde la sangre corría como agua por sus calles.

Recordemos el oprobioso trata-

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do Chamorro-Bryan, por el que Estados Unidos arrancaba la soberanía de Nicaragua mediante el hombre de paja señor Chamorro, con el pretexto de la construcción de un canal nicaragüense, por el que se compensaba con tres millones de dólares a Nicaragua, los cuales, el Gobierno norteamericano no llegó a entregar jamás, puesto que engrosaron las arcas de una entidad norteamericana (igual que el precio concertado con España por la venta de las dos Floridas, occidental y oriental, y que jamás llegó a pagar Estados Unidos, quedándose gratuitamente con esos territorios).

La "histórica contribución de Estados Unidos al orden mundial", como dice Mr. Roy, sólo se puede ver a través de sobornos para derribar Gobiernos legítimos en Latinoamérica, intervenciones indirectas a través de la CIA o directas con los marines, invadiendo territorios ínfimos y modestos. O llevando una guerra bestial y cruel como la de Vietnam, etcétera.

¿Le puede extrañar a Mr. Roy que esa falta de respeto al TIJ y a la soberanía de las naciones modestas por parte de Estados Unidos no es causa real de génesis del terrorismo y, posteriormente, de las guerrillas?

¡Aprenda usted historia, Mr. Roy Fleming, pero no justifique a su nación, como hacía Hitler para invadir los países europeos!- Amador Cuervo Valseca.