ECOLOGÍA

Ciudadanos franceses, implicados en el atentado contra el 'Rainbow Warrior'

La policía de Nueva Zelanda está investigando una nueva pista que implica a dos súbditos franceses, en relación con el atentado sufrido el pasado martes por el barco Rainbow Warrior, de la organización ecologista Greenpeace, en el puerto de Auckland, el cual costó la vida al fotógrafo portugués Fernando Pereira. Todas la pistas que ha seguido hasta ahora la policía neozelandesa en la investigación del sabotaje han involucrado a ciudadanos franceses.

La policía ha lanzado un llamamiento público para conocer todos los pasos seguidos por una pareja francesa antes y después del h...

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La policía de Nueva Zelanda está investigando una nueva pista que implica a dos súbditos franceses, en relación con el atentado sufrido el pasado martes por el barco Rainbow Warrior, de la organización ecologista Greenpeace, en el puerto de Auckland, el cual costó la vida al fotógrafo portugués Fernando Pereira. Todas la pistas que ha seguido hasta ahora la policía neozelandesa en la investigación del sabotaje han involucrado a ciudadanos franceses.

La policía ha lanzado un llamamiento público para conocer todos los pasos seguidos por una pareja francesa antes y después del hundimiento del barco ecologista. Los dos franceses viajaban en una caravana alquilada y fueron interrogados por la policía cuando procedían a su devolución.

Las otras pistas francesas seguidas en un principio han sido abandonadas definitivamente por las autoridades locales. El súbdito francés que visitó el barco el día del atentado fue localizado en Tahití, y tras ser interrogado ha quedado fuera de toda sospecha, así como la tripulación del carguero de nacionalidad francesa Helene Delmas.

Sin embargo, la policía sigue aún la pista de la lancha neumática que apareció abandonada en una playa cercana al puerto de Auckland el día de la explosión. Varios testigos han confirmado haber visto un hombre a bordo de la lancha la noche del hundimiento del Rainbow Warrior.

El jefe de la policía neozelandesa, Alan Galbraith, ha declarado que se están investigando los negocios de alquiler y venta de equipos de inmersión, en busca de eventuales sospechosos que hubieran alquilado el equipo necesario para colocar la bomba en el casco del barco ecologista.

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