Cartas al director

Canarias y el Mercado Común

En primer lugar, como canario, me gustaría agradecerle que EL PAIS trate con alguna amplitud uno de los problemas de Canarias, sus relaciones con la CEE. Entiendo que la Prensa nacional trata poco y mal nuestras preocupaciones, la de un pueblo-frontera alejado del territorio continental en 2.000 kilómetros. Y la mayoría de las veces, para resaltar lo anecdótico ocultando lo principal. Esto también destaca en el trabajo de Carlos Gómez, publicado en EL PAIS del 30 de junio pasado.Canarias es la región española que más ampliamente ha debatido las futuras relaciones con la CEE y las consecuencias...

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En primer lugar, como canario, me gustaría agradecerle que EL PAIS trate con alguna amplitud uno de los problemas de Canarias, sus relaciones con la CEE. Entiendo que la Prensa nacional trata poco y mal nuestras preocupaciones, la de un pueblo-frontera alejado del territorio continental en 2.000 kilómetros. Y la mayoría de las veces, para resaltar lo anecdótico ocultando lo principal. Esto también destaca en el trabajo de Carlos Gómez, publicado en EL PAIS del 30 de junio pasado.Canarias es la región española que más ampliamente ha debatido las futuras relaciones con la CEE y las consecuencias que se derivan de ellas. No en círculos minoritarios de especialistas, sino en todos los estratos de la sociedad canaria: sindicales, sociales, agrarios, industriales, culturales, vecinales y políticos. El debate se ha extendido durante más de 10 años y el 1 de diciembre de 1983 el Parlamento canario lo cerraba con un documento aprobado por amplísima mayoría, que recogía la posición canaria, donde se plasmaban los distintos intereses económicos y sociales que conviven en las islas.

En la defensa de ese documento intervino el señor Molina Petit, consejero de Economía y Comercio del Gobierno canario y, entre otras cosas, dijo: "Si no se consiguiese la zona de libre comercio, si no se consiguiese la posibilidad de mandar nuestros productos a la CEE, la alternativa canaria no sería válida", y más adelante decía: "Es una alternativa completa y el que no se pueda conseguir alguna de sus partes fundamentales nos obligaría a un replanteamiento de esta posición". Estas frases encerraban la filosofía del consenso logrado.

El protocolo de adhesión a la CEE, al limitar importantes sectores productivos canarios, dejaba en entredicho la alternativa canaria. y de esa manera, con absoluta claridad, aparecemos, unos, consecuentes con lo aprobado el 1 de diciembre de 1983, diciendo no. Y otros, el PSOE, diciendo sí, donde ayer dijeron no. Y aquí está lo sorprendente, y no en lo resaltado por Carlos Gómez.-

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