CINE

Del juego a la realidad

En Starfighter, producción bastante divertida de la Universal, se dan la mano una buena idea y unas maneras próximas a las de la fenecida serie B. Su director, hijo de un coreógrafo ilustre, se ha formado junto a John Carpenter, un cineasta que destaca por el clasicismo y sabiduría de la puesta en escena, así como por su preferencia por las historias de género. Algo hay de esto en Starfighter, película que parte de algo que todos hemos soñado alguna vez: que nuestros juegos simbólicos sean reales. Así, el campeón de máquinas tragaperras dedicadas a proponer guerras galácti...

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En Starfighter, producción bastante divertida de la Universal, se dan la mano una buena idea y unas maneras próximas a las de la fenecida serie B. Su director, hijo de un coreógrafo ilustre, se ha formado junto a John Carpenter, un cineasta que destaca por el clasicismo y sabiduría de la puesta en escena, así como por su preferencia por las historias de género. Algo hay de esto en Starfighter, película que parte de algo que todos hemos soñado alguna vez: que nuestros juegos simbólicos sean reales. Así, el campeón de máquinas tragaperras dedicadas a proponer guerras galácticas descubre que su pasatiempo favorito es en realidad una forma de entrenamiento y selección empleada por los habitantes de otro planeta que precisa de los más hábiles para defender sus fronteras.El protagonista se verá convertido en un guerrero auténtico, trasladado de planeta cuando antes combatía siempre sentado en un taburete de bar. Además, en la dimensión real de este planeta él es un triunfador, un valiente, situación muy distinta de la rutinaria de su existencia terrícola.

Starfighter (Empieza la aventura)

Director: Nick Castle, Jr. Intérpretes: Lance Guest, Dan O'Herlihy, Robert Preston. Norteamericana, 1984 Estreno: cines Roxy, Narváez, Canciller y Lido.

La película, tal y como acostumbra a suceder con la serie B, se queda a medio camino, se preocupa demasiado del argumento, en detrimento de las posibilidades especulativas de la historia. Es una lástima, porque el cine en muy raras ocasiones es tan poderoso corno los extraterrestres de Starfighter, y es un propósito que se alcanza en pocas ocasiones el convertir la pantalla en un mundo otro. Apostar todo hacia esta dirección cuando ni el diseño ni el agradable tono humorístico de muchos momentos lo permiten es condenarse de antemano. Las batallas intergalácticas reales son menos emocionantes que las imaginadas, y de ahí la película no saca ninguna conclusión sensata, que haga referencia a la naturaleza misma del espectáculo, a lo que debe al realismo de la imagen y a lo que surge más allá de la realidad y su apariencia, a lo que de verdad se logra fabricar en la mente del espectador.

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