UGT retrasa su comité confederal hasta negociar con el PSOE la reforma de pensiones

La Unión General de Trabajadores (UGT) retrasará la celebración de su comité confederal, previsto en principio para el próximo viernes, hasta que exista una oferta concreta del Gobierno en la reforma de pensiones, según manifestaron ayer fuentes del sindicato. Los mismos medios insistieron en que en ningún caso puede hablarse de acuerdo y a lo más que se puede aspirar es a mejorar, en lo posible, "un proyecto que por muchos cambios que se introduzcan siempre será malo". También revelaron que los tres puntos más conflictivos del proyecto fueron planteados por UGT hace varios meses, sin que el G...

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La Unión General de Trabajadores (UGT) retrasará la celebración de su comité confederal, previsto en principio para el próximo viernes, hasta que exista una oferta concreta del Gobierno en la reforma de pensiones, según manifestaron ayer fuentes del sindicato. Los mismos medios insistieron en que en ningún caso puede hablarse de acuerdo y a lo más que se puede aspirar es a mejorar, en lo posible, "un proyecto que por muchos cambios que se introduzcan siempre será malo". También revelaron que los tres puntos más conflictivos del proyecto fueron planteados por UGT hace varios meses, sin que el Gobierno lo tomara en consideración.

El comité confederal de UGT, máximo órgano entre congresos, previsto para el próximo fin de semana, ha quedado retrasado hasta que se clarifique por parte del PSOE qué modificaciones está dispuesto a asumir en el proyecto de pensiones y, sobre todo, cuál será su contenido exacto. La idea de la ejecutiva de la central socialista es que "no seamos los nueve los que tomemos una decisión tan importante, sino que sea el conjunto de la organización".Hasta ahora, no ha habido por parte del PSOE oferta alguna de reunión, al menos de forma oficial. José María Cuevas, presidente de la patronal CEOE, manifestaba ayer, según Efe, su sorpresa por la posibilidad de una negociación entre el PSOE y UGT que significaría una marginación de los empresarios.

Fuentes de UGT aseguraron que, aunque el Gobierno llegara a aceptar los tres puntos planteados por la central socialista -revalorización de las pensiones de acuerdo con la inflación real, mitigar el efecto de expulsión y un sistema de cálculo neutro-, no podría hablarse de acuerdo, sino de que "se habría enterrado el hacha de guerra". Para la UGT, el proyecto del Gobierno, aunque se aceptaran las modificaciones seguirá siendo malo para el conjunto de los trabajadores.

Primeras advertencias

Los citados medios mostraron un cierto escepticismo en cuanto a las conversaciones: "Ahora se intenta presentar a la sociedad la idea de que es el PSOE quien quiere negociar, cuando UGT ha insistido continuamente en la necesidad de hacerlo y hemos encontrado la oposición más rotunda". Por otro lado, subrayaron que estas tres modificaciones "que hoy parecen la solución de todo", habían sido plantedas por UGT hace muchos meses y "se nos rechazaron".Desde un principio, siempre según estas fuentes, se había advertido al Gobierno que UGT no podía apoyar una reforma de pensiones como la propuesta y que lo más que haría sería no plantear demasiados problemas si, cuando menos, se modificaban algunos de los puntos más duros. Las advertencias de la central socialista cayeron, en expresión de uno de sus dirigentes, en "saco roto, confiando que no iríamos tan lejos".

En el sindicato se tiene la sensación de que el Gobierno es más receptivo a las reivindicaciones empresariales que a las de los trabajadores. José María Zufiaur comenta a este respecto que el "Gobierno padece un preocupante síndrome de inmunodeficiencia ideológica adquirida".

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