Cuarto día del secuestro del avión de la TWA

Amal ofreció apoyo a los terroristas si exigían la libertad de los shiíes presos en España

La milicia shií Amal instigó al comando de su misma confesión religiosa, aunque no de la misma disciplina política, que secuestró el viernes el avión Boeing de la compañía aérea TWA a que exigiese, a cambio de protección de la propia milicia, la puesta en libertad de Mohamed Rahal y Mustafá Jalil, los dos miembros de Amal detenidos en España desde septiembre, según reveló en Madrid una fuente diplomática española que estuvo en contacto con las autoridades de EE UU a lo largo de la noche del domingo al lunes.

Durante las 25 horas que permaneció el Boeing estacionado en Argel, a los a...

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La milicia shií Amal instigó al comando de su misma confesión religiosa, aunque no de la misma disciplina política, que secuestró el viernes el avión Boeing de la compañía aérea TWA a que exigiese, a cambio de protección de la propia milicia, la puesta en libertad de Mohamed Rahal y Mustafá Jalil, los dos miembros de Amal detenidos en España desde septiembre, según reveló en Madrid una fuente diplomática española que estuvo en contacto con las autoridades de EE UU a lo largo de la noche del domingo al lunes.

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Durante las 25 horas que permaneció el Boeing estacionado en Argel, a los autores del secuestro, conocidos miembros de el Partido de Dios, la rama shií más pro-iraní, no se les ocurrió pedir la excarcelación de los dos jóvenes shiíes pendientes de juicio en Madrid por haber herido de bala en septiembre a un funcionario de la representación diplomática libia; pero un responsable de Amal que conversó con ellos en el mismo avión el domingo por la tarde les convenció de que formulasen también esta reivindicación a cambio del apoyo logístico de Amal, según manifiesta la misma fuente.El interlocutor de EL PAÍS, que pidió permanecer en el anonimato, desmintió los rumores sobre el posible acceso de la familia Rahal a la torre de control del aeropuerto de Beirut donde está estacionado el avión para solicitar por radio de los piratas aéreos que, además de la libera ción de 700 presos shiíes del centro penitenciario israelí de Atlit, exigiesen también la excarcelación de Rahal y Jalil.

"Hasta que fue formalmente formulada la petición", precisó, nunca surgió este tema en las conversaciones entre la torre de control y el aparato de la TWA, que fueron sistemáticamente interceptadas por las radios privadas libanesas y por los servicios de escucha de la potencia con la que me mantuve en conversación a lo largo de la noche".

A continuación, el alto funcionario español recordó que la nueva "condición básica de negociación" dirigida al Gobierno de Madrid fue dada a conocer por el portavoz del comando poco después de que, por primera vez durante la escala del avión del domingo, un responsable de Amal, Basam Tleys, subiese a bordo para entrevistarse a solas con los piratas aéreos.

"Al margen de las fuentes directas con que ese gran país amigo cuenta en Beirut", comentó el diplomático, "del mero desarrollo de los hechos en el aeropuerto beirutí se impone una conclusión: fue Tleys, representante de Amal en el aeropuerto, el que rogó a los secuestradores que alargasen en este sentido el elenco de sus demandas"

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Descartada una exigencia

"En cambio", afirmó a renglón seguido la fuente española, "la misma potencia aliada nos ha informado que Nabih Berri (máximo jefe de la milicia Amal y ministro de Estado libanés) disuadió a los piratas, a través de su hombre de confianza en el aeropuerto, para que retirasen otra petición, como acabaron haciéndolo, consistente en conseguir la excarcelación por Kuwait de los 17 libaneses e iraquíes de confesión shií culpables de la mayor oleada de atentados jamás padecida por el emirato"."¿Quién metió en la cabeza al tal Tleys que debía abordar este asunto con los piratas con los que se iba a entrevistar?", se preguntó a sí mismo el informador español antes de contestar: "Lo ignoramos, aunque sospechamos que pudo ser el jefe de las operaciones especiales de Amal, que envió en misión a Madrid a los dos muchachos, capturados, o algún jefecillo local de la milicia del barrió de Bourj el Bourajne, donde vive la familia de Rahal".

A Berri, que ha recibido un mandato del comando para negociar en su nombre, le pareció que la nueva exigencia relacionada con España podía proporcionarle una primera victoria rápida que apaciguaría a los secuestradores, cuya principal reivindicación. -la liberación de sus 700 hermanos retenidos en el Estado israelí- es mucho más difícil de satisfacer, según resalto el diplomático español informado por Washington a lo largo de la noche.

Esperanzas de liberación

"Entre los colaboradores del ministro de Estado para el sur de Líbano se opinaba, según nos dijeron nuestros amigos, que la devolución de la libertad a Jalil y Rahal podía ser tan rápida como la del cómplice del comando Alí Atwa, detenido el viernes en Atenas por la policía griega y expulsado 24 horas más tarde a Argel, donde se incorporó a la operación llevada a cabo por sus compañeros"."Pero", añadió el funcionario del palacio de Santa Cruz, comentando la reacción negativa de Madrid -ante la solicitud de los secuestradores transmitida por Berri a Arístegui, "a diferencia de Grecia, España se encuentra en un dilema, al verse obligada a elegir entre provocar un conflicto con un Estado (Libia) o con una milicia". "Y", afirmó, "francamente preferimos esta última opción".

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