Los europeos abordan el encuentro sin una posicion común

La Comunidad Económica Europea (CEE) no hablará con una sola voz en la cumbre económica de los siete grandes que se celebrará en Bonn del 2 al 4 de mayo. Francia insiste en un paralelismo entre los asuntos monetarios y los comerciales, que la República Federal de Alemania (RFA) se muestra reacia a aceptar. No obstante Jacques Delors, presidente de la Comisión Europea -órgano ejecutivo y burocrático de la CEE- que participará como tal en ese encuentro, se mostró optimista de cara a su posible éxito.Los ministros de Asuntos Exteriores de los diez dedicaron ayer un largo debate en L...

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La Comunidad Económica Europea (CEE) no hablará con una sola voz en la cumbre económica de los siete grandes que se celebrará en Bonn del 2 al 4 de mayo. Francia insiste en un paralelismo entre los asuntos monetarios y los comerciales, que la República Federal de Alemania (RFA) se muestra reacia a aceptar. No obstante Jacques Delors, presidente de la Comisión Europea -órgano ejecutivo y burocrático de la CEE- que participará como tal en ese encuentro, se mostró optimista de cara a su posible éxito.Los ministros de Asuntos Exteriores de los diez dedicaron ayer un largo debate en Luxemburgo -en el marco de la cooperación política a la que España se verá plenamente asociada desde el 1 de septiembre próximo- a los preparativos de esta cumbre, en la que por parte europea, participarán la RFA, Francia, el Reino Unido e Italia. A ellos se les suma Estados Unidos, Japón y Canadá.

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"Se dan las condiciones precisas para que los siete y la CEE den un mensaje positivo y alentador al resto del mundo", señaló ayer Delors, aunque añadió que "hemos terminado la Semana Santa y se han acabado los milagros". "Señales positivas", dijo Delors, serían que los siete se pusieran de acuerdo para emprender -fijando una fecha- una nueva ronda de negociaciones comerciales en el marco del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) y para solucionar paralelamente los problemas financieros.

Según Delors, "se LE pide demasiado al dólar", pero Europa no tiene aún una moneda. La RFA se resiste a que lo sea la Unidad de Cuenta Europea (ECU), pues en ese caso la economía alemana financiaría el resto de las economías europeas. ¿Hay unanimidad de los diez acerca de lo que hay que decir en Bonn? "No diré nada", contestó Delors.

El presidente del Ejecutivo europeo detectó, sin embargo, señales alentadoras en lo que ve como una firme, voluntad de EE UU de reducir su déficit presupuestario, y "si este déficit baja, o si se anuncia que va a bajar, bajarán los tipos de interés", dijo Delors.

En otro orden de cosas, a propósito de la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI) de EE UU y del proyecto Eureka, defendido por Francia, Delors: "insistió: "No podremos existir dentro de 10 o 15 años como europeos si no tenemos un dominio social y económico sobre la tecnología". Delors repitió que es mejor que estos procesos se lleven a cabo en el marco de la CEE, aunque sea a través de una "geometría variable" en la que sólo participen algunos países. Delors espera que la negativa británica al proyecto Eureka sea sólo temporal.

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En cuanto a Oriente Próximo, la CEE apoya algunos de los últimos planteamientos, como el acuerdo jordano-palestino y el plan Mubarak, y apela a una solución global que comporte "la autodetdrminación del pueblo palestino con todo lo que implique". Pide además que se asocie a las negociaciones a la OLP.

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