La economía sumergida

Una vez al mes, un hombre de negocios de Madrid recorre una docena de pueblos de los alrededores de la capital. En cada parada, con un maletín lleno de billetes que agarra firmemente, sale de su coche y se adentra en el sombrío mundo de la economía sumergida española.El hombre de negocios dirige una firma exportadora especializada en alfombras de calidad. Los artesanos populares, a los que ha suministrado modelos y materiales y paga en efectivo, constituyen la mayor parte de su fuerza de trabajo. "Ellos tienen trabajo, ganan buen dinero y no pagan impuestos", dice el hombre de negocios. "No te...

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Una vez al mes, un hombre de negocios de Madrid recorre una docena de pueblos de los alrededores de la capital. En cada parada, con un maletín lleno de billetes que agarra firmemente, sale de su coche y se adentra en el sombrío mundo de la economía sumergida española.El hombre de negocios dirige una firma exportadora especializada en alfombras de calidad. Los artesanos populares, a los que ha suministrado modelos y materiales y paga en efectivo, constituyen la mayor parte de su fuerza de trabajo. "Ellos tienen trabajo, ganan buen dinero y no pagan impuestos", dice el hombre de negocios. "No tengo problemas laborales, hago frente a mis pedidos y no pago Seguridad Social". En un país Con la tasa de paro más alta de Europa es un arreglo ventajoso para todo el mundo, excepto para el Gobierno, que pierde ingresos y tasas de la Seguridad Social.

La llamada economía sumergida ha resultado ser el mejor amortiguador en España contra la peor crisis de paro, desde la Gran Depresión de los años treinta. El año pasado, el Instituto Nacional de Estadística estimó que había más de 2.800.00 de españoles en edad de trabajar sin empleo, lo que supone el 21,7% de la fuerza de trabajo. Este ejército de desocupados creció en unos 158.000 durante los últimos cuatro meses de 1984 y no se vislumbra un techo. Pero es debido a los que no están registrados por lo que las estadísticas oficiales son engañosas. "Si las cifras fueran reales, estaríamos rozando una situación revolucionaria", afirma un funcionario del Ministerio de Trabajo.

La economía sumergida ha ayudado a mantener apartadas de las calles españolas las consecuencias del paro, tales como marchas contra el hambre y revueltas del pan. Miguel Muñiz, un antiguo funcionario del Ministerio de Economía, dice que debe de haber medio millón de personas trabajando fuera de sus casas o en pequeños talleres de economía sumergida. Sus salarios no se comunican al Gobierno, muchos están registrados en el paro y puede que a la vez cobren subsidios de desempleo. Una inspección del Gobierno encontró que cerca (le un tercio de la industria del calzado de Elche estaba compuesta por pequeñas firmas que no estaban registradas oficialmente,

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Madrid está estudiando dos estrategias para abordar el problema de la economía sumergida. Una podría alentar a la economía sumergida a salir a la luz y a someterse al escrutinio del Gobierno, que renunciaría a procesar a los empresarios que no hubieran declarado sus negocios.

Los que critican esta postura argumentan, sin embargo, que el hombre de negocios observante de la ley se desmoralizaría si aquellos que no han pagado impuestos y han aumentado por tanto sus beneficios, no pagaran tampoco multas por sus actividades ilegales.

Un segundo plan sería el de intentar cambiar las normativas laborales para favorecer la contratación de mano de obra, normativas que actualmente establecen fuertes gravámenes legales y financieros para aquellos patronos que despiden trabajadores con intención de aumentar sus beneficios.

El Gobierno espera que el plan estimule el crecimiento económico a largo plazo, en detrimento, en un primer momento, de más puestos de trabajo. Pero los sindicatos nacionales de trabajadores prometen luchar contra cualquier intento que facilite los complejos procedimientos requeridos para despedir a un trabajador.( ... )

, 21 de abril

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