Avances de la biología molecular

Herramientas químicas, clave para conocer el origen del hombre

El doctor Allan M. Wilson, director del grupo de investigación de Berkeley, ve la posibilidad futura de utilizar las herramientas químicas de la biología molecular para desvelar el misterio de la relación genética entre el homo sapiens -el hombre moderno- y el ahora extinto homo sapiens neanderthalensis. El año pasado, unos científicos de la universidad de Florida encontraron restos humanos de 8.000 años de antigüedad en excelente estado de conservación en una turbera de Florida. Según el doctor William Hauswirth, se ha recuperado ADN de esos antiguos tejidos humanos, pero hasta ...

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El doctor Allan M. Wilson, director del grupo de investigación de Berkeley, ve la posibilidad futura de utilizar las herramientas químicas de la biología molecular para desvelar el misterio de la relación genética entre el homo sapiens -el hombre moderno- y el ahora extinto homo sapiens neanderthalensis. El año pasado, unos científicos de la universidad de Florida encontraron restos humanos de 8.000 años de antigüedad en excelente estado de conservación en una turbera de Florida. Según el doctor William Hauswirth, se ha recuperado ADN de esos antiguos tejidos humanos, pero hasta el momento, dice, han fallado, todos los intentos de clonar el ADN.De todas formas, tanto él como Wilson se sienten animados por el hecho de haber encontrado tanto tejido intacto en esos restos. Dicen que eso sugiere que las condiciones alcalinas de la turbera pudieron favorecer la supervivencia del ADN durante tan prolongado espacio de tiempo. La química de los huesos tiende también a proteger al ADN de la degradación.

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Como en turberas europeas se han encontrado artefactos humanos antiguos contemporáneos del hombre de Neanderthal, Wilson dijo que valdría la pena buscar sus huesos en tales lugares y ver si contienen ADN intacto.

Todavía no se ha encontrado ningún ejemplar. Es más, si se hiciera tal descubrimiento, su valor sería demasiado considerable para someterlo a las destructivas pruebas necesarias para extraer ADN, a menos que hubiera evidencia de que el material genético serviría para estudios de capital importancia. Es precisamente en ese aspecto donde el éxito de clonar ADN de una momia egipcia y la actual investigación sobre el mamut son piedras de toque vitales.

El estudio del tejido de 40.000 años del mamut es de especial importancia para el caso, pues solamente si los estudios bioquímicos verificaran que se puede extraer provechosamente ADN de un ejemplar de edad similar, se podría pensar en la posibilidad de gastar partes de un fósil relacionado con los humanos para intentar encontrar y estudiar su ADN.

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