España y Argelia recuperarán sus relaciones comerciales, afirma González

El presidente del Gobierno español, Felipe González, declaró ayer, al abandonar Argel, que una vez superado el "incidente" del conflicto del gas entre España y Argelia, "existe una clara voluntad por parte argelina de volver a desarrollar las relaciones de intercambios en todos los terrenos". A bordo del avión de la Fuerza Aérea que le condujo a Madrid, González precisó también a los periodistas que no cree "que se pueda resolver inmediatamente la recuperación del ritmo de relaciones", pero sí que tenía la esperanza "de que los intercambios van a aumentar de una manera considerable", tanto los...

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El presidente del Gobierno español, Felipe González, declaró ayer, al abandonar Argel, que una vez superado el "incidente" del conflicto del gas entre España y Argelia, "existe una clara voluntad por parte argelina de volver a desarrollar las relaciones de intercambios en todos los terrenos". A bordo del avión de la Fuerza Aérea que le condujo a Madrid, González precisó también a los periodistas que no cree "que se pueda resolver inmediatamente la recuperación del ritmo de relaciones", pero sí que tenía la esperanza "de que los intercambios van a aumentar de una manera considerable", tanto los económicos como los políticos.

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De acuerdo con el presidente español, la comisión mixta hispanoargelina se reunirá el próximo 1 de abril y estudiará los proyectos concretos. "No se venía para negociar cosas concretas en una visita dos semanas después del acuerdo del gas, entre otras cosas, porque las relaciones son, en gran parte, de empresas privadas, y eso requiere mayor análisis".Estrechar relaciones supone para España y Argelia restablecer un equilibrio político importante, y "existe interés" por parte argelina, lo que "incluye, como ha dicho el propio presidente Chadli, el terreno de la cooperación en materia de defensa. Eso supone una diversificación con respecto a Francia, Italia e incluso Estados Unidos. Para los argelinos, España es un país sin contraindicaciones", afirmó González.

"España juega un papel estratégicamente en el Mediterráneo, y con respecto al Norte de África. Nada más lógico, pues, que pensar que quieren [los argelinos] que vuelva a existir una buena comunicación. Ellos nos han explicado su posición, y nosotros explicamos la nuestra. De verdad que hay un grado de coincidencia notable", añadió el presidente del Gobierno español.

González anunció que el jefe del Estado argelino, Chadli Benyedid, visitará España, probablemente, al final del presente semestre "o al comienzo del otoño", pero "para entonces se habrá reunido la comisión mixta y habrán tenido lugar algunos intercambios ministeriales". "Es razonable imaginar", añadió, que su visita de Estado quiera "dotarla de algún contenido concreto".

El presidente del Gobierno español inició ayer su segunda jornada en Argel depositando una corona de flores en el monumento a los mártires de la guerra de liberación argelina. Después, González había solicitado tener un par de horas libres para pasear por la ciudad.

Sin encuentros con el Polisario

Este hueco en su programa había suscitado dudas sobre la posibilidad de que lo aprovechara para entrevistarse con dirigentes del Frente Polisario. "No estaba previsto", dijo Felipe González en el avión que le conducía de regreso a Madrid, "porque no quería que ambas cuestiones [las relaciones hispano-argelinas y la cuestión del Sáhara] se confundieran".Felipe González aprovechó su hueco en el programa para dar un paseo por la ciudad. Acompañado por parte de su séquito -los ministros de Asuntos Exteriores y Economía y Hacienda, Fernando Morán y Miguel Boyer, respectivamente, así como por el embajador de España en Argelia, Eduardo de Zulueta, y el portavoz del Gobierno, Eduardo Sotillos-, recorrió a paso rápido las calles de la capital argelina, la Casbah y el Club Náutico.

González llevaba en sus manos una cámara fotográfica, que utilizó en las breves pausas que hizo en su fugaz paseo. El presidente del Gobierno español regresó antes de lo previsto a su residencia del palacio de Yenam el Mithak. Allí se entrevistó con el ministro de Asuntos Exteriores argelino, Taleb Ibrahimi. González, a punto ya de regresar a Madrid, volvió a encontrarse, por tercera vez en dos días, con el presidente Chadli Benyedid, quien le despidió en el aeropuerto, rindiéndosele, como a la llegada, honores de jefe de Estado. Los dirigentes argelinos han dado el máximo tratamiento protocolario al jefe del Gobierno español.

El Gobierno español respondió a este deseo de los argelinos enviando, junto al presidente, a dos de los ministros más relevantes de su Gobierno, y aceptó la proposición de Argel de que González pernoctase en esa capital, en lugar de hacer una visita de menos de 24 horas, como en principio estaba previsto.

Tras regresar de Argel, pasado el mediodía, González fue recibido en Barajas por el vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, con el que fue a almorzar a la Moncloa. A las cuatro de la tarde González salió rumbo a Moscú para asistir al entierro del presidente soviético, Konstantín Chernenko. González regresará mañana a Madrid a las cinco de la tarde, dos horas antes de que Guerra salga hacia Brasilia para asistir a la toma de posesión del nuevo pre sidente brasileño, Tancredo Neves.

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