Weinberger niega que EE UU haya limitado su programa de 'guerra de las galaxias'

El secretario de Defensa de EE UU, Caspar Weinberger, desmintió ayer las informaciones publicadas por The New York Times según las cuales la Administración norteamericana había reducido el alcance de su proyecto de defensa espacial -conocido como la guerra de las galaxias- y manifestó que Washington está dispuesto a discutirlo con Moscú, pero no a sacrificarlo "ni a negociarlo a cambio de otra cosa".La agencia soviética Tass afirmó ayer, por su parte, que los mencionados planes norteamericanos "socavan cualquier acuerdo de desarme y la URSS no lo consentirá". Moscú entra así nuev...

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El secretario de Defensa de EE UU, Caspar Weinberger, desmintió ayer las informaciones publicadas por The New York Times según las cuales la Administración norteamericana había reducido el alcance de su proyecto de defensa espacial -conocido como la guerra de las galaxias- y manifestó que Washington está dispuesto a discutirlo con Moscú, pero no a sacrificarlo "ni a negociarlo a cambio de otra cosa".La agencia soviética Tass afirmó ayer, por su parte, que los mencionados planes norteamericanos "socavan cualquier acuerdo de desarme y la URSS no lo consentirá". Moscú entra así nuevamente en el debate de un tema que está provocando polémica en Estados Unidos y suscita recelos en algunos de los aliados de Washington.

Sin embargo, tras el apoyo político de la primera ministra británica, Margaret Thatcher, al programa de investigación especial de un sistema defensivo contra misiles enemigos, expresado al término de su entrevista con Ronald Reagan, el pasado sábado en Camp David, el presidente de EE UU parece dispuesto a seguir adelante en sus ideas de llevar la frontera de una guerra nuclear hasta el espacio.

La primera ministra británica dio el visto bueno al plan para el estudio de nuevas armas espaciales, al que la Administración Reagan quiere dedicar un presupuesto de 26.000 millones de dólares (cerca de cuatro billones y medio de pesetas) en los próximos cinco años.

Margaret Thatcher fue más cauta en cuanto a la eventual fabricación y despliegue de las armas espaciales -satélites antimisiles en particular- e insistió en la necesidad de próximos acuerdos de control de armas nucleares, cuando el próximo 7 y 8 de enero se reúnan en Ginebra los representantes de las dos superpotencias, el secretario de Estado, George Shultz, y el ministro soviético de Asuntos Exteriores, Andrei Gromiko.

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