Malestar en Portugal por la difusión de una 'nota verbal' de Felipe González sobre pesca

La divulgación -parcial- en Lisboa del contenido de una "nota verbal" del presidente Felipe González, que su enviado especial Fernando Yáñez entregó el martes al primer ministro portugués, Mario Soares, ha aumentado la tensión política entre ambos gobiernos en torno al problema pesquero.Según la versión que circula en la capital portuguesa, el Gobierno español proponía la reunión urgente de la comisión mixta técnica de pesca para estudiar "eventuales ajustes" relacionados con la utilización por parte de España del derecho de pescar en aguas portuguesas, que está consagrado por el tratado firma...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La divulgación -parcial- en Lisboa del contenido de una "nota verbal" del presidente Felipe González, que su enviado especial Fernando Yáñez entregó el martes al primer ministro portugués, Mario Soares, ha aumentado la tensión política entre ambos gobiernos en torno al problema pesquero.Según la versión que circula en la capital portuguesa, el Gobierno español proponía la reunión urgente de la comisión mixta técnica de pesca para estudiar "eventuales ajustes" relacionados con la utilización por parte de España del derecho de pescar en aguas portuguesas, que está consagrado por el tratado firmado entre los dos países en 1969, el cual está previsto que expire en 1989. Madrid considera, al parecer, que la denuncia unilateral por Portugal hace dos semanas del acuerdo pesquero posterior, -que se firmó en 1978- repone la plena vigencia del tratado de 1969, que no fijaba ninguna limitación a la faena de barcos españoles y portugueses en las aguas del país vecino dentro de los límites de las seis a las 12 millas.

La carta del presidente del Gobierno español, que constituye formalmente una presión sobre Lisboa para tratar de desbloquear el contencioso, ha provocado fuertes reacciones en la Prensa portuguesa, que llega a hablar de "vergonzosa amenaza de invasión" de las aguas portuguesas por la flota pesquera española (título de primera plana de un diario vespertino de ayer). Es cierto que la nota verbal de Madrid precisa que si Lisboa no responde a la petición de reunión de la comisión técnica, España interpretará este silencio como el reconocimiento de la no existencia de limitaciones del acuerdo denunciado, dentro del plazo previsto para la entrada en vigor de la anulación, o sea para los próximos 12 meses.

Las reacciones de las asociaciones de armadores españoles contactadas por EL PAÍS han sido muy reservadas: los armadores se consideran demasiado perjudicados por la actual situación de tensión entre los dos países en materia de pesca para intervenir en la polémica, limitándose a insistir sobre la necesidad del restablecimiento del diálogo entre Madrid y Lisboa. Por el contrario, los armadores lusos, que saludaron con regocijo la posición de firmeza adoptada por el Gobierno de Lisboa.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En