Argelia exige que España pague el nuevo precio del gas para desbloquear la negociación

El Gobierno argelino considera necesario, como condición previa para el reinicio de las negociaciones sobre el suministro de gas natural, que España abone el denominado precio europeo de gas incluso con efectos retroactivos a su entrada en vigor, que interpreta fue el primero de enero de 1981. Asimismo, los argelinos aseguran que este "gesto español" confirmaría la intención de Madrid de llegar a un acuerdo y supondría, por su parte, la inmediata concesión de contrapartidas concretas -especialmente la no consideración como obstáculo de la imposibilidad española de retirar las cantidades de gas...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El Gobierno argelino considera necesario, como condición previa para el reinicio de las negociaciones sobre el suministro de gas natural, que España abone el denominado precio europeo de gas incluso con efectos retroactivos a su entrada en vigor, que interpreta fue el primero de enero de 1981. Asimismo, los argelinos aseguran que este "gesto español" confirmaría la intención de Madrid de llegar a un acuerdo y supondría, por su parte, la inmediata concesión de contrapartidas concretas -especialmente la no consideración como obstáculo de la imposibilidad española de retirar las cantidades de gas pactadas en 1975- que facilitarían la llegada a un acuerdo "en menos de una semana".

Fuentes solventes argelinas interpretan que las negociaciones entre los Gobiernos de Madrid y Argel continúan bloqueadas -pese a la reunión celebrada en Nueva York hace 15 días entre los ministros de Asuntos Exteriores de los dos países- y consideran que sólo una voluntad firme del Gobierno español de posibilitar un acuerdo rápido justificaría la celebración de una nueva ronda de conversaciones. Para los argelinos, la opinión pública de su país no permitiría que las empresas en conflicto, Enagas y Sonatrach, mantuvieran nuevos encuentros si éstos no conducen a algo concreto y positivo.Las mismas fuentes confirmaron a EL PAIS que la reclamación argelina ante la Cámara Internacional de Comercio de Ginebra, presentada el pasado mes de julio contra Enagas, exige a España compensaciones económicas de entre " 1.000 millones y 2.000 millones de dólares" por el supuesto incumplimiento del contrato que las compañías de gas de los dos países firmaron en 1975 y revisaron en 1979.

Límites en la flexibilidad

Para las fuentes, la disputa está encauzada ya con el arbitraje solicitado en Ginebra y sólo "actos de buena voluntad concisos y concretos" por parte española justificarían la vuelta a nuevas conversaciones.Con todo, Argelia está convencida de que la llegada a un acuerdo negociado es mejor solución para ambas partes que el arbitraje de la cámara ginebrina. En este sentido, añaden las fuentes, los argelinos están convencidos que un acuerdo sobre el tema del gas desbloqueará las relaciones económicas y políticas entre los dos países y beneficiará por igual a ambas capitales, "unidas por mucho más que por la proximidad y el condicionamiento geoestratégico".

Para fuentes argelinas de total solvencia, su Gobierno tiene "límites en su flexibilidad", e interpreta que la parte española, cuando intenta negociar, olvida que existe un contrato firmado que "ha sido violado hablando en términos jurídicos". Los "límites a la flexibilidad" los sitúan las fuentes argelinas no sólo en el reconocimiento del nuevo precio, sino en "el abono retroactivo de las cantidades devengadas entre el precio viejo (2,70 dólares por millón de BTU) y el nuevo precio europeo del gas natural licuado procedente de Argelia (3,97 dólares)". Esta diferencia de precio es situada por expertos en, por lo menos, 200 millones de dólares.

En esta misma línea, los argelinos consideran que sólo es posible un acuerdo entre ambas partes "dentro del acuerdo de l975", y por esta razón no entienden cómo la parte española se esfuerza en realizar planteamientos negociadores fuera de este marco jurídico. El acuerdo de 1975, firmado por Enagas y Sonatrach, contempla el suministro por parte de la empresa argelina de 45.000 millones de termias al año de gas natural a partir de 1981. Enagas retira anualmente unos 15.000 millones de termias, es decir, una tercera parte, bajo el argumento de que no puede consumir la cantidad pactada debido a su elevado precio.

Según las tesis argelinas, Sonatrach ha mostrado en por lo menos tres ocasiones una flexibilidad inaudita en relación a los argumentos españoles de que no puede absorber el gas que pactó comprar en 1975. Desde este año, según los argelinos, la empresa Sonatrach ha concedido tres períodos transitorios a Enagas para que esta compañía amplíe su red comercial. En su opinión, los tres períodos transitorios han pasado y Enagas sigue comprando el mismo gas que hace cinco años.

Período transitorio

Ante esta situación, y con el fin de facilitar la vía a un acuerdo, el Gobierno argelino está dispuesto a aceptar el nuevo período transitorio que ha sido solicitado por España en sus dos comunicaciones escritas más recientes (marzo y mayo de 1984). Pero interpreta que no basta con aceptar el principio del nuevo precio europeo del gas natural licuado (lo que, a su juicio, está explícitamente establecido en el acuerdo de 1975 y en el avenement de 1979), como se hizo en una de las comunicaciones, sino que es necesario, además, que España ofrezca "un gesto de buena voluntad", como es el pago de las diferencias de precio.Las fuentes españolas consultadas prefirieron guardar silencio en espera de una comunicación específica por parte del Gobierno argelino.

Archivado En