Una puñalada de Roma

El Gobierno alemán occidental, y no sólo él, debe reaccionar con indignación a la puñalada de Roma. Nunca se había dado el caso desde la política de distensión, en que la RFA tanto se ha empeñado desde hace años, que un aliado le denunciase con tanto cinismo. Ésta ha sido una perla descubierta inesperadamente para los que denuncian el revanchismo alemán de Moscú, Praga y Varsovia. Y ahora debe unirse a esta campaña un democristiano romano. Pero la indignación no es suficiente; procede reflexionar seriamente. Si en Occidente piensan muchos como Andreotti, la mayoría de ellos lo disimula y calla...

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El Gobierno alemán occidental, y no sólo él, debe reaccionar con indignación a la puñalada de Roma. Nunca se había dado el caso desde la política de distensión, en que la RFA tanto se ha empeñado desde hace años, que un aliado le denunciase con tanto cinismo. Ésta ha sido una perla descubierta inesperadamente para los que denuncian el revanchismo alemán de Moscú, Praga y Varsovia. Y ahora debe unirse a esta campaña un democristiano romano. Pero la indignación no es suficiente; procede reflexionar seriamente. Si en Occidente piensan muchos como Andreotti, la mayoría de ellos lo disimula y calla. Francia y el Reino Unido ven sin ningún entusiasmo una Alemania unida. Nos quieren tanto, como ha dicho un francés inteligente, que son felices con dos Alemanias. ( ... ) 16 de septiembre

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