Entrevista:

Fatia Mzali: "Los integristas no tienen nada que proponer que no tengamos ya concedido"

Fatia Mzali, esposa del primer ministro, Mohamed Mzali, ministra de la Familia y la Promoción de la Mujer y presidenta de la Unión Nacional Tunecina de Mujeres, es una de las dos mujeres que en Túnez ocupan puestos ministeriales. Su ministerio dirige todo lo relacionado con los planes del Gobierno para la mujer, y pronto se ocupará también de la planificación familiar.Pregunta. ¿Están en Túnez en peligro los derechos de la mujer?

Respuesta. En todos los países en vías de desarrollo, siempre que se produce una innovación, al cabo de un tiempo se intenta volver atrás sob...

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Fatia Mzali, esposa del primer ministro, Mohamed Mzali, ministra de la Familia y la Promoción de la Mujer y presidenta de la Unión Nacional Tunecina de Mujeres, es una de las dos mujeres que en Túnez ocupan puestos ministeriales. Su ministerio dirige todo lo relacionado con los planes del Gobierno para la mujer, y pronto se ocupará también de la planificación familiar.Pregunta. ¿Están en Túnez en peligro los derechos de la mujer?

Respuesta. En todos los países en vías de desarrollo, siempre que se produce una innovación, al cabo de un tiempo se intenta volver atrás sobre ella o se pregunta si ésta ha dado resultados positivos. Es normal que en los países del Magreb, en donde la mujer ha sido rehabilitada en los derechos que tenía en el período del Islam, se pregunten si la mujer ha estado a la altura de los derechos conseguidos.

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Es cierto también que en todo el mundo se formula esta pregunta. Cuando vemos la situación de los países desarrollados nos decimos si el resultado de la liberación de la mujer ha sido el desequilibrio de la familia; el individualismo de los hombres, por un lado, y de las mujeres por el otro. Las mujeres ya no quieren soportar las cargas familiares, no quieren tener hijos, y la demografía declina. Esa experiencia inquieta en los países subdesarrollados, que se dicen: si liberamos a la mujer vamos a obtener los mismos resultados: un declinar de la demografía, aumento de la delincuencia y la violencia juvenil, más divorcios. Nos preguntamos si se mantendrá la célula familiar en su papel de antaño. Para nosotros las tradiciones familiares tienen su importancia.

P. ¿Cree usted que la mujer tunecina está preocupada por su futuro?

R. La mujer debe asumir sus responsabilidades. Si no lo hace es culpa suya. De cuando en cuando, surgen rumores de que se va a revocar el estatuto personal, de que se va a reimplantar la poligamia. Las mujeres se preocupan. Yo, sin embargo, les digo: ustedes tienen ahora todos los derechos, defiéndanlos, defended vuestros logros, porque nadie lo va a hacer por vosotras.

P. Dicen que, como aumenta el paro, se debe restringir el acceso al trabajo de la mujer.

R. Eso no es cierto. El paro aumenta en los países desarrollados. En los subdesarrollados está disminuyendo. Cuando Túnez logró su independencia, había más parados que hoy. Lo que ocurre es que la Prensa, hoy día, nos pone al corriente de lo que ocurre en el mundo y estamos asumiendo los temores de las mujeres de los países desarrollados, que temen que la crisis haga de ellas las primeras víctimas.

P. ¿Cree que el integrismo influirá de una manera restrictiva sobre los derechos de la mujer?

R. El Islam ha dado a la mujer muchos derechos en relación con el período preislámico, e incluso con respecto a otras religiones. Pero teóricamente, y poco a poco, le han quitado esos derechos a la mujer. En Túnez, fue el presidente Burguiba quien rehabilitó a la mujer en los derechos que le concede el Islam. Incluida la prohibición de la poligamia, que es una interpretación tunecina del Islam. Los hombres argumentan, para reivindicar la poligamia, que existen más mujeres que hombres. En nuestro país, afortunadamente, las estadísticas demuestran lo contrario. En todo caso, yo creo que los integristas no tienen nada que proponer en beneficio de la mujer que no esté ya concedido por nuestro estatuto.

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