Un proyecto 'de vanguardia'

El 27 de octubre de 1980, domingo, el ministro del Interior, Juan José Rosón (UCD), y el alcalde de Getafe, Jesús Prieto (PSOE), inauguraron solemnemente las obras del Sector Tres de Getafe, 3.949 viviendas unifamiliares, repartidas sobre una extensión de 3.547.000 metros cuadrados a la derecha de la carretera de Toledo. La operación fue calificada en su día como la mayor iniciativa cooperativista del país y la demostración de que una gestión desinteresada, y controlada por los interesados podía dejar al descubierto la inoperancia de la Administración en el terreno de las viviendas soci...

El 27 de octubre de 1980, domingo, el ministro del Interior, Juan José Rosón (UCD), y el alcalde de Getafe, Jesús Prieto (PSOE), inauguraron solemnemente las obras del Sector Tres de Getafe, 3.949 viviendas unifamiliares, repartidas sobre una extensión de 3.547.000 metros cuadrados a la derecha de la carretera de Toledo. La operación fue calificada en su día como la mayor iniciativa cooperativista del país y la demostración de que una gestión desinteresada, y controlada por los interesados podía dejar al descubierto la inoperancia de la Administración en el terreno de las viviendas sociales y la rapiña de las inmobiliarias privadas.Las viviendas, con jardincitos, rodeadas de una urbanización perfecta, dotada de todos los equipamientos necesarios, costarían apenas 2.500.000 pesetas. Una situación idílica que muy pronto comenzó a mostrar grietas. El coste de las viviendas ha subido a seis o siete millones de pesetas. La junta de compensación denunció que la Administración no estaba cumpliendo sus promesas sobre concesión de créditos baratos y a largo plazo. A su vez, una auditoría de gestión realizada hace unos meses puso de manifiesto, según fuentes de la Administración, que las cuentas de las cooperativas presentaban partidas poco claras. Se citan, por ejemplo, los 625 millones que ha cobrado el equipo de gestión en concepto de dirección facultativa y asesoramiento, cantidad pagada a pesar de que se deben casi mil millones a la empresa constructora FOCSA. No es extraño, por tanto, que comiencen a surgir voces entre los cooperativistas que aluden a la ineficacia en la gestión.