Retorno del autor de 'El laberinto español'

Historia de un pequeño exilio

Gerald Brenan, uno de los últimos supervivientes del grupo Bloomsbury, llegó a España hace 62 años y se instaló primero en un pequeño pueblo de las Alpujarras granadinas, Yegen, y después en Málaga. De su mano visitaron España, entre otros, Virginia Woolf y Bertrand Russell. Viudo, sin hijos (su única hija, Miranda, murió hace años), vivía desde hace 15 años en Alhaurín el Grande, acompañado por el matrimonio formado por la escritora inglesa Linda Nicholson y por el pintor sueco Lars Pranger, que él considera como su auténtica familia y que se han encargado de cuidarle.A medidados del p...

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Gerald Brenan, uno de los últimos supervivientes del grupo Bloomsbury, llegó a España hace 62 años y se instaló primero en un pequeño pueblo de las Alpujarras granadinas, Yegen, y después en Málaga. De su mano visitaron España, entre otros, Virginia Woolf y Bertrand Russell. Viudo, sin hijos (su única hija, Miranda, murió hace años), vivía desde hace 15 años en Alhaurín el Grande, acompañado por el matrimonio formado por la escritora inglesa Linda Nicholson y por el pintor sueco Lars Pranger, que él considera como su auténtica familia y que se han encargado de cuidarle.A medidados del pasado mes de mayo, Brenan consideró que no podía seguir viviendo en su casa, que puso a nombre de Linda, y aceptó ingresar en una residencia de ancianos en Pinner, al noroeste de Londres. A los pocos días de llegar a la capital británica se sintió profundamente deprimido. Cuando EL PAIS fue a visitarle por primera vez, el escritor expresó su deseo de volver pronto a Andalucía.

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El Ayuntamiento de Alhaurín, que se enteró de la marcha de Brenan por la Prensa, y la Junta de Andalucía reaccionaron con rapidez e iniciaron las gestiones para organizar su regreso. El pasado domingo, el consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, el alcalde de Alhaurín y Lars Pranger visitaron al anciano en Londres para cerciorarse personalmente de su voluntad.

Brenan reiteró, sin lugar a dudas, que deseaba regresar a su casa en Alhaurín. El matrimonio Pranger acordó entonces trasladarse a otra casa, cuyo alquiler pagará el ayuntamiento, y la corporación contrató a una enfermera que se hará cargo del escritor las 24 horas del día.

La corporación de Alhaurín el Grande dio el año pasado el nombre de Brenan a una calle del pueblo, que cuenta con 15.000 habitantes, y organizó un certamen de encuentros en su honor. Ahora el ayuntamiento y el Gobierno de Andalucía quieren crear una fundación que se encargue de sufragar los gastos del hispanista y de difundir su obra.

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