Pasión y 'Hardcore'

Desechables son un grupo de rock, es decir, un grupo que recoge la temática fundamental del rock'n'roll, sexo, drogas, violencia vital; espinosa temática que ha escandalizado durante décadas y que, de vez en cuando, es sustituida por otros conceptos más asequibles, o simplemente más comerciales, con lo cual el rock se vuelve manso e incluso, en contrasentido, positivo. Por eso, porque el sistema ya tiene rockeros que representen sus valores, la labor de Tere, cantante; Dei Pei, batería, y Marcel, guitarrista recién estrenado, se hace más notable: cada vez es ...

Desechables son un grupo de rock, es decir, un grupo que recoge la temática fundamental del rock'n'roll, sexo, drogas, violencia vital; espinosa temática que ha escandalizado durante décadas y que, de vez en cuando, es sustituida por otros conceptos más asequibles, o simplemente más comerciales, con lo cual el rock se vuelve manso e incluso, en contrasentido, positivo. Por eso, porque el sistema ya tiene rockeros que representen sus valores, la labor de Tere, cantante; Dei Pei, batería, y Marcel, guitarrista recién estrenado, se hace más notable: cada vez es más difícil nadar contra corriente.El pasado fin de semana presentaron su primer elepé, Golpe tras golpe, con dos actuaciones en las que todo lo arriba expuesto quedó bien patente: melodías de rock, los famosos tres acordes que revolucionaron la música, distorsionadas, insistentes, ácidas, prácticamente desnudas por la instrumentación, pero que encajan perfectamente con unos textos situados al borde de lo lícito., Y la puesta en escena servida como un rito litúrgico, con Tere oficiando, como si de una diabólica sacerdotisa se tratara.

Los temas originales, Desde el balcón de mi casa, El caso del hombre serio y formal, Maldito seas, El maestro, Me he comido tu corazón, La oración, junto con las versiones de otras canciones, Surfin'bird, que comparten con sus ídolos, Los Cramps, hacen comprender que el mensaje del rock llega de minorías oprimidas, genuinamente lumpen, y no del análisis de mercado de las multinacionales discográficas y de sus héroes de plástico. Son los problemas directos del individuo común y su proyección artística, ese torrente espontáneo de crítica social, lo único que paulatinamente va cambiando el concepto de música pop. No nos engañemos.