FERIA DE SEVILLA

Ambigüedad en el reglamento taurino

La ambigüedad del reglamento en el apartado relativo a la sustitución de las reses defectuosas durante el transcurso de una corrida, puede haber sido el motivo indirecto de la gravísima cogida que sufrió Antonio Gómez, Manolín, el cabestrero de la Maestranza, en el festejo del pasado miércoles."Con el reglamento en la mano", señaló el gobernador civil de Sevilla, Alfonso Garrido, "no se le puede pedir a ningún torero que colabore en la devolución del toro". Esto hace, según el gobernador, que la decisión entre de lleno en los terrenos de la solidaridad y compañerismo de los matadores, i...

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La ambigüedad del reglamento en el apartado relativo a la sustitución de las reses defectuosas durante el transcurso de una corrida, puede haber sido el motivo indirecto de la gravísima cogida que sufrió Antonio Gómez, Manolín, el cabestrero de la Maestranza, en el festejo del pasado miércoles."Con el reglamento en la mano", señaló el gobernador civil de Sevilla, Alfonso Garrido, "no se le puede pedir a ningún torero que colabore en la devolución del toro". Esto hace, según el gobernador, que la decisión entre de lleno en los terrenos de la solidaridad y compañerismo de los matadores, incluso de los propios subalternos, los cuales, en el caso de la corrida del miércoles, se inhibieron durante casi más de 22 minutos, y sólo reaccionaron cuando vieron cómo el pitón del toro se ensartaba en el pecho del infortunado cabestrero.

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El gobernador civil, al ver que la res de Santiago Martín hacía caso omiso de los cabestros, incluso de las llamadas del puntillero Lebrija, y viendo que el tiempo se venía encima, pidió a Curro Romero un arreglo, "ya que", dice, Iegalinente no podía exigirle nada. Curro me dijo que no lo mataba porque el toro no era suyo. Por el contrario, Curro Vázquez se ofreció a ello, pero un señor, al parecer su apoderado, le aconsejó que desistiese del empeño y, finalmente, fue Manzanares el que lo hizo".

Algunos aficionados acusan al presidente de la corrida, el comisario Emilio Femández Díaz, de pasividad en su actuación y, sobre todo, de falta de decisión en momentos en que era importante la lucidez para rellenar esas lagunas existentes en el reglamento taurino. El presidente de la corrida, empero, se mantiene en sus trece: "En el reglamento", dice, "no está contemplado el problema que anteayer padecimos. Son huecos que se pretenden solucionar". El matador de toros ya retirado Manolo Vázquez lanzó un cable en favor de sus ex compañeros de profesión, y para ello se acoge con todas las consecuencias a la legalidad. "Los toreros", dice, "en estos casos, no tenemos nada que ver con el asunto. De eso se encargan otras pérsonas, como el puntillelo y el propio cabestrero".

Mientras, el cabestrero Manolín seguía ayer en el servicio de urgencias de la residencia de la Seguridad Social García Morato. Su estado, según los médicos que lo atienden, sigue siendo estacionario, dentro de la gravedad. El doctor Vila Giménez, que fue el que le intervino quirúrgicamente después de la cogida, ha manifestado que mientras que no pasentres o cuatro días no se podrá determinar con certeza cuál va a ser el futuro del herido. Éste, por su parte, recobró la conciencia a las pocas horas de su ingreso en el hospital.

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