Primer mensaje del presidente del Gobierno a través de TVE

Felipe González anuncia que el Gobierno mantendrá con toda firmeza su política económica y de reconversión industrial

El presidente del Gobierno, Felipe González, dirigió ayer por primera vez a los españoles a través de la televisión un mensaje, dedicado exclusivamente a explicar de la política de reconversión industrial propiciada por el gabinete que preside. Felipe González eligió un rincón de la zona de estar del palacio de la Moncloa, para anunciar junto al fuego de la chimenea, sin más punto de referencia oficial que una fotografía del Rey de discreto tamaño, que el Gobierno va a mantener la política económica con toda firmeza. González negó que existan divisiones en el seno de su Gabinete por esta cuest...

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El presidente del Gobierno, Felipe González, dirigió ayer por primera vez a los españoles a través de la televisión un mensaje, dedicado exclusivamente a explicar de la política de reconversión industrial propiciada por el gabinete que preside. Felipe González eligió un rincón de la zona de estar del palacio de la Moncloa, para anunciar junto al fuego de la chimenea, sin más punto de referencia oficial que una fotografía del Rey de discreto tamaño, que el Gobierno va a mantener la política económica con toda firmeza. González negó que existan divisiones en el seno de su Gabinete por esta cuestión; pidió la solidaridad de la sociedad y realizó un llamamiento al diálogo con las fuerzas sociales, sin que ello suponga que el Gobierno esté dispuesto a variar una política económica que cree buena para España.

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Este es el texto íntegro del mensaje del Presidente del Gobierno:"Buenas noches. Comparezco hoy ante ustedes iniciando una serie de apariciones ante los ciudadanos españoles para explicar algunas acciones de gobierno, para explicar algunas dificultades y proyectos. Y lo hago por dos buenas razones.-

La primera, porque ya tenía el compromiso de hacerlo hace un año y, por unas u otras circunstancias, se ha ido aplazando hasta este momento, en el que puedo hacer un cierto balance de algún problema importante para todos nosotros; y la segunda, porque creo interpretar un estado generalizado de conciencia ciudadana en la que se demanda o se detecta la demanda de una explicación de acciones de gobierno, de políticas de gobierno y también de dificultades. Incluso en los medios de comunicación se está pidiendo que se haga este tipo de explicaciones o de comparecencia.

El día de hoy lo vamos a dedicar, por consiguiente, a un aspecto enormemente importante de la política económica del Gobierno, cual es la reconversión industrial.

Ya saben ustedes que se han gastado ríos de tinta en explicar los problemas de la reconversión industrial. Ha habido bastante conflictividad social en torno a la reconversión industrial. Se ha cuestionado repetidas veces el objetivo o los objetivos de la reconversión industrial. Y muchos ciudadanos se preguntarán para qué sirve la reconversión industrial, por qué se hace, qué se pretende con la reconversión industrial.

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Pero, incluso antes de entrar en el tema de la reconversión, quiero depejar una duda, una duda que aparece con una cierta frecuencia en medios de comunicación. La duda que se proyecta sobre si la política del Gobierno está más o menos cuestionada o está más o menos en crisis.

"Cuanto se diga sobre divisiones internas son especulaciones"

Yo les quiero decir, desde la responsabilidad de presidente del Gobierno, que la política económica se va a mantener con toda firmeza. Es una política económica rigurosa.

Después de 10 años de crisis, por una o por otra circunstancia, los Gobiernos no han estado en condiciones de afrontar la crisis económica con decisión y con valentía, no han estado en condiciones de afrontar, ante la realidad dramática que vivía industrialmente nuestro país, una respuesta rigurosa y una respuesta de sacrificio político.

Nuestro Gobierno ha tenido la voluntad de hacerlo y la voluntad de hacerlo para ganar una batalla contra la crisis, y va a mantener esa política económica: no vamos a hacer sesiones permanentes que nos cuesten, nada más y nada me nos, que seguir hundidos en la crisis económica, mientras que otros países de Europa empiezan a remontar su situación.

Por consiguiente, querría despejar esa duda y querría decir a los ciudadanos que 1983 ya ha sido mejor que otros años. En 1983, por sólo exponer alguno de los detalles, hemos recuperado más de 1.000 millones de dólares de reservas de divisas, reservas que se iban agotando, que se iban perdiendo en, los anteriores.

En 1983 hemos crecido más del doble que la media de los países europeos. Y ya sé que algunos ciudadanos pensarán que a ellos les ha ido mal y normalmente eso suele pasar, a los que les va mal lo dicen, a los que no les va mal o les va bien no suelen decirlo. Por tanto, hay unos ciertos síntomas de recuperación económica y vamos a mantener nuestra política económica con rigor.

Todo lo que se diga en torno a divisiones internas son especulaciones, yo se lo garantizo. El tema de la reconversión industrial. ¿Por qué se hace la reconversión industrial?, se preguntarán muchos ciudadanos.

Miren, en los países de nuestro entorno, en toda la Europa occidental, nos llevan ya varios años de ventaja. Nos suele ocurrir históricamente. Ya hace un siglo, o más de un siglo, perdimos el desafío de la revolución industrial, España se quedó descolgada, se quedó fuera de esa revolución industrial, perdimos 40 o 50 años, en términos de atraso, de mayor pobreza, de menos capacidad de ser un país moderno y eficaz a la altura de los tiempos.

Ahora corremos el riesgo, no sólo de acumular ese atraso que tenemos respecto de Gran Brtaña o respecto de Alemania o de Francia, ese retraso histórico, sino que corremos el riesgo de perder la nueva revolución tecnológica. Europa nos está ganando en ese desafío tremendo, porque lleva muy por delante de nosotros el esfuerzo de revolución industrial.

¿Por qué se hace la reconversión? Miren, por ejemplo, se ha hablado mucho de la siderurgia integral, con algunos problemas sociales muy serios, se habla mucho también de la construcción naval.

Yo me concentraré en esos dos ejemplos. Si no hacemos la reconversión industrial, que, en definitiva, no consiste más que en hacer un tratamiento para un cuerpo que estaba pensado para producir este año 20 millones de toneladas de acero y que sólo produce ocho millones de toneladas de acero (porque no tiene mercado para venderlo), y por consiguiente, cuesta mucho dinero producir cada tonelada de acero, estaba fuera de competencia, por eso se hace la reconversión industrial.

"Esperamos que se comprenda la necesidad de hacer sacrificios"

Primer objetivo: sanear las empresas. Y a mí me causa una cierta estupefacción oír que hay gente por ahí diciendo que la política de reconversión destruye puestos de trabajo. La política de saneamiento de empresas con fortísimas pérdidas lo que hace es salvar el máximo de puestos de trabajo posibles.

No es posible para España seguir soportando 45.000 millones de pérdidas en la construcción naval por año, no es posible seguir produciendo a tal coste que no se puedan vender barcos, con todas las dificultades que hay ya de ventas de barcos, no es posible seguir perdiendo en la siderurgia más de 30.000 millones de pesetas al año.

Y esto ocurre en empresas públicas, ocurre en empresas privadas. Las pérdidas son enormes, hay que frenar ese río de pérdidas, ese desagüe permanente que se hace con esfuerzo de todos, y hay que sanear nuestra estructura industrial.

Y ese saneamiento exige dos tipos de sacrificio, de poner decenas de miles de millones de pesetas de todos los españoles para hacer nuevas inversiones, por ejemplo, en la siderurgia, y hacer que nuestra siderurgia pueda producir acero a unos precios competitivos con los precios europeos o con los precios mundiales.

Y hace falta también el sacrificio de las personas que pertenecen a ese tipo de empresas en pérdidas. Por eso repartimos los sacrificios, los exigimos a unos y a otros, y esperamos que se comprenda la necesidad de hacer el sacrificio.

Pero no sólo se hace por eso, para salvar a esas empresas y hacerlas competitivas, se hace también porque, si logramos hacer las empresas sanas, fuertes y competitivas, los recursos que hoy enterramos ahí, el dinero que enterramos y que perdemos en esas empresas,

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"El Gobierno solo no puede salvar la situación de la nación"

Viene de la página 13el día de mañana, dentro de tres, de cuatro años, podremos emplearlo en empresas con un fuerte futuro y, por consiguiente, podremos animar procesos nuevos industriaIes ganando ese enorme desafío de la revolución tecnológica que España no se puede permitir el lujo de perder.

Se hace, por tanto, para sanear y para recuperar recursos e invertirlos en otros sectores industriales. España ha perdido, nada más y nada menos, que 900.000 puestos de trabajo industriales en los últimos seis o siete años, y yo creo que los ha perdido porque no ha hecho la reconversión industrial.

En Alemania nos llevan una enorme ventaja. Naturalmente, han pagado un coste; naturalmente, se han reducido las plantillas en un 46`/; en Luxemburgo, en un 48,5% en Francia, en un 42,5%, en la siderurgia integral; en Gran Bretaña, más de un 60%.

Nosotros tenemos unas metas más cortas, queremos salvar más actividad y más puestos de trabajo, pero no tenemos más remedio que decir las cosas como son: no podemos permanecer en ese tremendo retraso en que nos coloca el no ser capaces de afrontar los problemas.

Y observen que durante el año 1983 liemos hecho un enorme esfuerzo de explicación a las organizaciones sindicales y a las organizaciones empresariales.

Todo el mundo está de acuerdo en que: hay que hacer la reconversión industrial; es más difícil, después, ponerse manos a la obra; es mucho más difícil ser consecuente y, una vez que uno está de acuerdo en que hay que conseguir un objetivo, decidir ir a por ese objetivo y conquistarlo en beneficio de todos.

Miren, este Gobierno tiene una enorme responsabilidad, pero todos tenemos que ser conscientes de que sólo el Gobierno no puede salvar la situación de la nación.

A una política firme y rigurosa de¡ Gobierno se tiene que corresponder una política de solidaridad, de corresponsabilidad de la sociedad en su conjunto.

No podemos permitirnos el lujo de seguir engañando al Estado, porque el Estado somos todos, todos los ciudadanos. Los recursos no salen de un pozo sin fondo, salen del esfuerzo colectivo y de un esfuerzo colectivo que se pide en una situación de crisis.

"Vencer la crisis exige un sacrificio"

Por consiguiente, no tenemos más remedio que ser conscientes de que la orientación de la política económica tiende a conseguir el objetivo de sanear nuestros sectores industriales fundamentales. Sanear significa salvar. Sanear significa hacerlos capaces de competir con Europa, donde nos vamos a integrar.

Y esa política económica tiene también como complemento de ese objetivo, fundamental, ser capaces de afrontar el objetivo de una modernización de España; alcanzar industrias de futuro; no quedamos con un cementerio industrial; no quedarnos, otra vez, a la cola de los países industrializados.

Créanme, eso exige un sacrificio, pero un sacrificio para ganar, un sacrificio para vencer la crisis. Ese es el permanente llamamiento que hacemos a la solidaridad.

Este Gobierno quiere dialogar. Lo ha hecho durante el año 1983. Hace de nuevo un llamamiento al diálogo, pero quiere hacer una advertencia: si el diálago consiste o la negociación consiste en que variemos la política económica que creemos que es buena para España (y yo no puedo olvidar mi condición de presidente de Gobierno con una ideología socialista y, por consiguiente, mi compromiso con los más desfavorecidos), si alguien pretende que cambiemos nuestra política para no alcanzar esa modernización de la sociedad española, para no ganar el desafio de la crisis, se encontrará con que el Gobierno no podrá aceptar ese tipo de diálogo.

Diálogo y negociación, sí, entre todos y con todos, esfuerzo de todos y con todos, pero para ganar esta batalla, no para perderla. El Gobierno está dispuesto a sacar a España del hambre, a pesar de las dificultades, por encima de las dificultades, porque creemos que tenemos potencial humano suficiente, capacidad suficiente para ganar esta pelea contra la crisis y hacer de España un país a la altura de los tiempos en que estamos".

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