'Free Bop' en Terrassa
III Festival de Jazz de Terrassa .Max Roach Quartet: Max Roach, batería; Odean Pope, saxo tenor; Cecil Bridgewater, trompeta; Tyron Brown, contrabajo.
Centre Cultural, Terrassa. 29 de febrero.
La revolución bop de la posguerra mundial canonizó a músicos de viento. Bien sabido es que el vuelco que sufre la música de jazz por aquellas calendas extrae su fuerza de los hombres sentados ante una batería. Kenny Clarke, como responsable de la fractura conceptual y rítmica; Art Blakey y Max Roach, perfiladores y embellecedores de una idea que trastocó e...
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III Festival de Jazz de Terrassa .Max Roach Quartet: Max Roach, batería; Odean Pope, saxo tenor; Cecil Bridgewater, trompeta; Tyron Brown, contrabajo.
Centre Cultural, Terrassa. 29 de febrero.
La revolución bop de la posguerra mundial canonizó a músicos de viento. Bien sabido es que el vuelco que sufre la música de jazz por aquellas calendas extrae su fuerza de los hombres sentados ante una batería. Kenny Clarke, como responsable de la fractura conceptual y rítmica; Art Blakey y Max Roach, perfiladores y embellecedores de una idea que trastocó en sus mismísimos cimientos la gran música negro- americana.
Max Roach es el más joven de los tres, el que ha mostrado un mayor apego por la precisión y el virtuosismo matemáticos a la hora de percutir. Claro que esa juventud relativa ya no lo es tanto en términos absolutos, pues Roach cumplirá sesenta años a comienzos de 1985. ¿Cómo se manifiesta esa maduración en Roach? De muchas maneras y por caminos bien distintos, desde el recurso a grandes masas de percusionista hasta la incorporación de cuartetos de cuerda a su alrededor, pasando por la incorporación de fórmulas free y proto-sinfónicas.
Este último fue el caso en la velada inaugural del festival egarense: una preciosista y vigorosa suite para trompeta, saxo, bajo y batería. El primer plano lo iban ocupando todos y cada uno de los miembros del cuarteto. Bridgewater, cabalgando entre el lirismo cool y huidas con un fraseo próximo al de Woody Shaw o al de Clifford Brown; Pope, sacándole a su saxo sonidos escasamente naturales y arrebatadores en volumen, nervio y brillantez; Brown aguitarraba su bajo eléctrico como un maestro consumado en este estilo que comienza a adquirir predicamente, y Roach..., como siempre, mandando y deleitando, trastocando en música los silencios.