La Declaración de Caracas, primer paso hacia una política de solidaridad en América Latina

La Declaración de Caracas, suscrita el viernes pasado en la capital venezolana por siete jefes de Estado latinoamericanos y el presidente del Gobierno español, Felipe González, se considera en medios cercanos a la elaboración del documento como "un primer paso hacia la formulación de una política solidaria y coherente por parte de los regímenes democráticos de América Latina". Uno de los firmantes, el presidente boliviano, Hernán Siles Suazo, declaró a EL PAÍS que la firma de este documento puede ser el principio de la formación de una especie de "internacional democrátca" en el subcont...

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La Declaración de Caracas, suscrita el viernes pasado en la capital venezolana por siete jefes de Estado latinoamericanos y el presidente del Gobierno español, Felipe González, se considera en medios cercanos a la elaboración del documento como "un primer paso hacia la formulación de una política solidaria y coherente por parte de los regímenes democráticos de América Latina". Uno de los firmantes, el presidente boliviano, Hernán Siles Suazo, declaró a EL PAÍS que la firma de este documento puede ser el principio de la formación de una especie de "internacional democrátca" en el subcontinente. La declaración expresa el apoyo de los signatarios a la frágil democracia boliviana y a su vieja aspiración de tener una salida al Pacífico.Bernardo Sepúlveda, ministro de Asuntos Exteriores de México -país que no firmó el documento y cuyo presidente no estuvo en los actos de toma de posesión de Jaime Lusinchi-, declaraba ayer que lo que se inició con el grupo de Contadora avanza hacia una política coherente y eficaz. "Por primera vez, un grupo de países latinoamericanos que expresan con su política una visión de futuro encontraron una respuesta favorable en el continente".

El coordinador de la Junta de Reconstrucción de Nicaragua, Daniel Ortega, fue uno de los participantes más activos en la gestación de la Declaración de Caracas, aunque la redacción de ésta la hizo la delegación costarricense.

La presencia de España entre los países signatarios revela las excelentes relaciones que el presidente Felipe González mantiene con los mandatarios de los países democráticos de América Latina, y es un paso más hacia una presencia diplomática activa del Gobierno de Madrid en el continente.

Otro documento firmado en esta minicumbre de Caracas, celebrada con ocasión de la toma de poder del presidente Lusinchi, fue una petición dirigida al dictador chileno, Augusto Pinochet, para que permita la entrada en su país al líder del partido radical chileno y vicepresidente de la Internacional Socialista, Anselmo Sule, que lleva ocho años en el exilio. La carta está firmada por los presidentes de Argentina, Colombia, Costa Rica, Panamá, República Dominicana y Venezuela.

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