Israel sólo pide ya que se impida el regreso de la OLP a Líbano para comenzar la evacuación de sus tropas del país

Israel ya no hace depender la retirada de sus tropas de Líbano de la evacuación simultánea de las fuerzas sirias. Todo lo que Tel Aviv pide para comenzar la evacuación de sus tropas son "adecuados acuerdos de seguridad" con el fin de impedir el regreso de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) a la zona fronteriza del sur de Líbano.Esto es lo que se ha podido saber al término de una reunión extraordinaria en la que participaron el pasado miércoles, en Jerusalén, el primer ministro israelí, Isaac Shamir; el ministro de Defensa, Moisés Arens; el jefe del Estado Mayor, general ...

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Israel ya no hace depender la retirada de sus tropas de Líbano de la evacuación simultánea de las fuerzas sirias. Todo lo que Tel Aviv pide para comenzar la evacuación de sus tropas son "adecuados acuerdos de seguridad" con el fin de impedir el regreso de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) a la zona fronteriza del sur de Líbano.Esto es lo que se ha podido saber al término de una reunión extraordinaria en la que participaron el pasado miércoles, en Jerusalén, el primer ministro israelí, Isaac Shamir; el ministro de Defensa, Moisés Arens; el jefe del Estado Mayor, general Moisés Levy, y otros oficiales superiores y altos funcionarios del Ministerio de Defensa.

Las razones de este cambio son, por un lado, la convicción de que Estados Unidos -cuyo presidente, Ronald Reagan, intenta mantener una entrevista con el jefe del Estado sirio, Hafez el Asad- se dispone. a retirar los soldados que mantiene en la fuerza multinacional de paz. Por otro, el hecho de que la moral es más bien baja entre los oficiales y soldados israelíes que permanecen en Líbano, quienes se encuentran diariamente expuestos a la explosión de coches-bomba, granadas, cohetes y otros explosivos, y que no comprenden muy bien la necesidad de seguir permaneciendo en un país que les es cada día más hostil.

Finalmente, la decisión israelí tiene como motivo la opinión del Partido Laborista -compartida por especialistas militares tales como el ex jefe del Estado Mayor general Mota Gur-, según la cual la solución a la crisis libanesa no se encuentra en un enfrentamiento contra Siria, sino que debe buscarse mediante una negociación con este país. Esta opinión, al parecer, cuenta ahora con el asentimiento del ministro de Defensa, Arens.

El Gobierno israelí espera que el presidente libanés, Amin Gemayel, consiga un éxito en sus esfuerzos de reconciliación y que los grupos étnicos rivales (cristianos, drusos, chiitas y sunitas) se pongan de acuerdo sobre el establecimiento de un sistema de seguridad viable para la región de Beirut. Si este acuerdo llegase a materializarse, el Ejército libanés puede desplegar sus fuerzas al sur de Beirut.

La segunda fase

En una segunda fase, el Ejército libanés atravesaría el río Awali y tomaría a su cargo una parte de la región controlada actualmente por el Ejército israelí.

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Paralelamente, y en previsión de esta futura evacuación por etapas, los israelíes se esfuerzan por estimular el reagrupamiento de ciertas fuerzas chíítas en el sur de Líbano que siguen manteniendo todavía una actitud amistosa hacia Israel. Desde el momento en que Shimon Peres era ministro de Defensa, se habían formado milicias chiitas que patrullaban la región del Sur conjuntamente con las milicias cristianas del comandante Saad Hadad.

Israel trata en la actualidad de reanimar esta cooperación, pero es una tarea demasiado ardua, dado que las relaciones entre israelíes y chiitas están más tensas que nunca y que el comandante Hadad está muriéndose de cáncer.

Constituye una trágica ironía que el Gobierno libanés haya elegido este momento en el que Hadad se encuentra en su lecho de muerte para reintegrarle en el Ejército libanés, del cual fue excluido hace siete años, con su grado y todos su derechos, e incluso condenado a muerte en rebeldía.

Por otro lado, el coronel disidente Abu Musa, una de las cabezas de los rebeldes contra el liderazgo de Yasir Arafat en el seno de la Organización para la Liberación de Palestina, ha sido excluido del Consejo Militar Supremo de la OLP, máximo órgano militar de la misma, según se supo ayer de fuente oficial palestina, informa France Presse desde Túnez.

La medida -que se produce dos meses después de la expulsión de Abu Musa de Al Fatah, principal grupo de los que componen la OLP- parece reflejar la voluntad de la jerarquía palestina deponer orden en el seno de la organización, expulsando a "los mercenarios que se han alzado en armas contra nuestros hermanos".

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