El nuevo jefe de Estado apoyará los movimientos de integración latinoamericanos
La defensa de los regímenes democráticos y un firme apoyo a los movimientos de integración de América Latina para hacer viable un diálogo justo y equilibrado con Estados Unidos serán los principios rectores de la política exterior del nuevo presidente venezolano, Jaime Lusinchi. La orientación de la nueva Administración en este campo no ha sido todavía definida con mucho detalle por el predominio que tuvieron las cuestiones internas en el debate preelectoral.
El presidente electo se califica como amigo personal de Felipe González. Con él habló, durante la última visita que realizó a Car...
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La defensa de los regímenes democráticos y un firme apoyo a los movimientos de integración de América Latina para hacer viable un diálogo justo y equilibrado con Estados Unidos serán los principios rectores de la política exterior del nuevo presidente venezolano, Jaime Lusinchi. La orientación de la nueva Administración en este campo no ha sido todavía definida con mucho detalle por el predominio que tuvieron las cuestiones internas en el debate preelectoral.
El presidente electo se califica como amigo personal de Felipe González. Con él habló, durante la última visita que realizó a Caracas el jefe del Gobierno español, el pasado mes de junio, acerca de "un ambicioso proyecto iberoamericano que se formalizaría en 1992, aunque es necesario empezar ya a trabajar en él"."Si España, Portugal y los países de América Latina conformaran un solo bloque", añadió en su última conferencia de prensa antes de las elecciones, "conformaríamos un bloque que tendría una presencia determinante en el mundo".
En torno a las relaciones bilaterales con España, "que es nuestra raíz espiritual e histórica", se pronunció por el mantenimiento de unos nexos preeminentes, con mayor razón "ahora que goza de un régimen democrático y que, por añadidura, está gobernada por un partido con el que nos identificamos".
Dentro del continente americano Lusinchi pretende revisar a fondo el esquema actual de relaciones con Estados Unidos, con el propósito de buscar un mayor equilibrio que sustituya al actual predominio norteamericano. Se ha declarado firme opositor de la política de bloques y de la intervención de las grandes potencias en Centroamérica.
Su partido apoyó desde la oposición las gestiones del grupo de Contadora y está decidido a participar activamente desde el Gobierno, siempre con el objetivo permanente de defender la paz y la democracia.
En el caso específico de Nicaragua ha manifestado que el régimen sandinista está en deuda con su pueblo y con todos los de América Latina que le ayudaron en su lucha contra la dictadura de Somoza.
"Estamos a favor de que se cumpla el proyecto original, democrático, pluralista y de economía mixta que incentivó al pueblo a combatir, pero rechazamos al mismo tiempo la intervención armada de las grandes potencias y de los agentes dictatoriales", afirmó.