El debate nuclear

El Bundestag aprueba, con la oposición de socialdemócratas y 'verdes', el despliegue de los euromililes en territorio alemán

El Bundestag (Parlamento federal alemán) aprobó anoche, con una mayoría de 60 votos, el cumplimiento de la doble decisión de la OTAN y, en consecuencia, el apoyo al Gobierno "para que se ponga en marcha dentro de los plazos previstos el proceso de estacionamiento" de los misiles nucleares norteamericanos de alcance medio en territorio de la República Federal de Alemania. Para hoy, está prevista la llegada de los elementos de los nueve primeros cohetes Pershing 2 que serán instalados en la base de Mutlangen, al sur de la República Federal de Alemania

.El resultado de la votación se dio a...

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El Bundestag (Parlamento federal alemán) aprobó anoche, con una mayoría de 60 votos, el cumplimiento de la doble decisión de la OTAN y, en consecuencia, el apoyo al Gobierno "para que se ponga en marcha dentro de los plazos previstos el proceso de estacionamiento" de los misiles nucleares norteamericanos de alcance medio en territorio de la República Federal de Alemania. Para hoy, está prevista la llegada de los elementos de los nueve primeros cohetes Pershing 2 que serán instalados en la base de Mutlangen, al sur de la República Federal de Alemania

.El resultado de la votación se dio a conocer a las 22.00 horas, tras 24 horas de debate en el Bundestag. La moción del Gobierno fue aprobada por 286 diputados de la coalición de centro-derecha, democristianos (CDU-CSU) y liberales, FDP. En contra de la moción del Gobierno votaron 226 diputados socialdemócratas y verdes. Un diputado liberal se abstuvo. El presidente del SPD, Willy Brandt, llegó tarde a la votación decisiva y el presidente del Parlamento le indicó que ya no podía votar, lo que provocó gestos de estupor y algunas carcajadas entre sus compañeros de partido.

El resultado de la votación provocó que los diputados verdes empezasen a entonar una canción cuyo estribillo era: "Nosotros vamos a ofrecer resistencia". Los aplausos de los diputados de la coalición de gobierno taparon los cánticos de los verdes, mientras los socialdemócratas cqntemplaban toda la escena en silencio.

La moción presentada por el SPD, que rechazaba el "estacionamiento de nuevos cohetes norteamericanos de alcance medio sobre el territorio de la RFA", sólo consiguió 169 votos favorables. Hubo 39 abstenciones, entre ellas la del ex canciller Helmut Schmidt -que votó en contra de la moción del Gobierno- y las de un grupo de diputados del SPD que se estima puede haber rebasado la veintena, más que el número de delegados del congreso del partido que, el pasado sábado, en Colonia, votó contra los misiles.

La moción de los verdes sólo logró los 28 votos que corresponden exactamente al número de diputados del grupo parlamentario.

El debate ha dejado claras las posiciones irreconciliables entre los partidarios de una disuasión con armas atómicas y los opuestos al rearme nuclear, lo que abre una brecha en la población de la Repú blica Federal de Alemania, donde la imagen de Estados Unidos y las ventajas de la OTAN han salido dañadas tras la polémica de los últimos días y el despliegue de los cohetes.

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El debate del Bundestag sirvió para poner de manifiesto la desconfianza sobre el rearme nuclear de la OTAN. El presidente socialdemócrata, Willy Brandt, expresó claramente ayer el convencimiento de que Estados Unidos tuvo más interés en estacionar los Pershing 2 que en negociar el desarme. Los verdes llegaron a hablar de "gansterismo político" al calificar la política norteamericana. El partido socialdemócrata (SPD) pronunció un no a los misiles y un sí a la OTAN, pero el Gobierno de la RFA acusa al SPD de haberse alejado de las posiciones occidentales y de que, del mismo modo que cambió en dos años su oposición sobre la doble decisión, puede en el futuro modificar su postura sobre la OTAN.

El SPD acusa al Gobierno de seguir una política de vasallo respecto a Estados Unidos y de no haber puesto en juego todo el peso e influencia de la RFA para obligar a un resultado en las negociaciones de desarme de Ginebra. Entre las posiciones del Gobierno y la oposición ha quedado en solitario el ex canciller Helmut Schmidt (SPD), que no votó con el Gobierno a favor del estacionamiento de los misiles, pero tampoco con su propio partido.

En las intervenciones de los diputados del Gobierno se advirtió claramente una inversión de los términos de la doble decisión: estacionar los misiles para conseguir luego el desarme. Según esta tesis, sólo el despliegue hará que los so viéticos negocien seriamente el desmantelamiento de los SS-20.

El hecho más inmediato es que la primera batería de Pershing 2 comienza a estacionarse hoy en Mutlangen (RFA), aunque el Gobierno de Bonn ha evitado cuidadosamente informar sobre los detalles de los puntos de despliegue de los misiles. Los nueve primeros Pershing 2 forman parte del primer envío, y hasta mediados de diciembre no estarán en condiciones de entrar en funcionamiento. Queda un margen de menos de un mes para el estacionamiento de hecho del que habló el secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética, Yuri Andropov. De momento, sólo se trata de abrir los paquetes enviados desde EE UU, pero el proceso puesto en marcha puede convertirse en algo irreversible, aunque se calcula que para el siguiente estacionamiento transcurrirán casi nueve meses.

Durante las manifestaciones del lunes por las calles de Bonn circularon todo el día monjes budistas de Hiroshima. Desempeñó también un papel curioso una diputada de los verdes, Krista Nickels, que se presentó en el podio con un collar de papel.

La diputada explicó que el collar no era un elemento carnavalesco, sino algo que en Japón se estima más que la máxima condecoración de la República Federal de Alemania.

La diputada criticó al canciller Helmut Kohl el que en su reciente viaje a Japón no hubiese tenido el gesto de visitar Hiroshima, y al terminar su discurso se acercó al banco del Gobierno y entregó el collar de papel a Kohl, que lo depositó, con gesto embarazado, sobre su pupitre.

El barrio del Gobierno estuvo ayer todo el día sitiado por la policía, perd hasta primeras horas de la noche los incidentes habían sido mínimos.

Ayer, los tumultos fueron dentro

En el segundo y última día de debates sobre el estacionamiento de los euromisiles apenas hubo incidentes en las calles; sin embargo, la discusión en el pleno del Bundestag adquirió en ocasiones tonos tumultuosos.El balance de detenidos del primer día quedó en 182. Ayer, la cifra a mediodía sólo llegó a 70, pero la detención, en la puerta misma del Bundestag, de 28 colaboradores del grupo parlamentario verde provocó una fuerte protesta verbal del portavoz Otto Schily, a quien le quitó la palabra el vicepresidente del Parlamento, el liberal Richard Wurbs (FDP), que presidía en aquel momento.

El motivo de la detención de los colaboradores del grupo verde fue presentarse con pañuelos de color violeta con el lema Retorno a la vida, que se popularizaron durante el último congreso de la Iglesia evangélica, el pasado mes de junio.

Sichily gritó en el podio que "en el Kremlin pudimos llevar esos pañuelos y aquí no". Desde los bancos de los diputados democristianos (CDU-CSU) uno le gritó a Schily: "¡Mini-Goebbels!".

El debate estuvo lleno de acentos polémicos, cuando ya el intercambio de argumentos, tras las 14 horas de discusiones del primer día, no podía añadir nada nuevo. El presidente socialdemócrata, Willy Brandt (SPD), se ganó una llamada al orden, amonestación del presidente del Bundestag, por llamar "calumniador de servicio con rango de ministro" al titular de Juventud, Familia y Salud, el democristiano Heiner Geissler (CDU), que calificó al SPD de "quinta columna de Moscú".

Algunos diputados de la oposición -SPD y verdes- se mostraron indignados porque advirtieron la presencia, en los bancos reservados a la segunda Cámara (Bundesrat), de algunos miembros de la unidad especial antiterrorista GSG 9, de paisano y con un bulto perfectamente apreciable qtie indicaba la presencia de una pistola. El diputado socialdemócrata Freimut Duve explicaba indignado que no estaba dispuesto a votar en un Parlamento donde había gente armada. Otro diputado del SPD recordó a Tejero y dijo que "esto no es el Parlamento español".

Entre los testigos del debate sobre los misiles llamó la atención la presencia entre el público de cuatro indios norteamericanos invitados por los verdes, incluido un hechicero de la tribu sioux.

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