Aburridos tópicos
Un pobre chico es condenado a varios años de prisión sin que su teórico delito merezca pena alguna. Consigue escapar de la cárcel sin calcular debidamente el odio que ha despertado en el policía a quien hirió. De ahí que su bien preparada fuga tropiece con la metódica persecución del agente. Mientras se cree cerca de la libertad, el policía le espera con sadismo.A partir. de esta idea argtimental, el guionista y director Jeff Kanew no sabe bien por dónde seguir su historia sin utilizar abundantes y manidos tópicos. El rubio chico y su esposa son tan angelicales como el hijo al que adoran; el p...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Un pobre chico es condenado a varios años de prisión sin que su teórico delito merezca pena alguna. Consigue escapar de la cárcel sin calcular debidamente el odio que ha despertado en el policía a quien hirió. De ahí que su bien preparada fuga tropiece con la metódica persecución del agente. Mientras se cree cerca de la libertad, el policía le espera con sadismo.A partir. de esta idea argtimental, el guionista y director Jeff Kanew no sabe bien por dónde seguir su historia sin utilizar abundantes y manidos tópicos. El rubio chico y su esposa son tan angelicales como el hijo al que adoran; el policía es malo, pero esconde la sorpresa de un corazoncito; las serpientes venenosas están a punto de morder, pero se arrepienten por algún remoto trauma; las chicas perveirsas también son buenas cuando encuentran a un hombre de verdad; los coches chocan, pero sólo se estropean los conducidos por polis malos.
La fuga de Eddie Macon
Guión y dirección: Jeff Kanew. Producción: Martin Bregman para Louis A. Stroller. Intérpretes: Kirk Douglas, John Schneider. Aventuras. Norteamericana, 1983. Locales de estreno: Palafox, Cristal.
Apunte de caricatura
Kirk Douglas encarna al policía con convicción tan escasa como la que comunica. Su rostro ha envejecido con probables intervenciones quirúrgicas, resultando un apunte de caricatura que sorprende al espectador mucho antes de proporcionarle la familiaridad requerida. Es lógico que no haga un buen trabajo. La fuga de Eddie Macon es un filme para el consumo inmediato, y ninguno de quienes intervienen en la película (aunque los actores jóvenes vuelcan el entusiasmo de su primera oportunidad) debe sorprenderse de que se les empiece a olvidar incluso durante la proyección.