La reforma agraria en Andalucía mantendrá la actual población empleada en el campo

José María Sumpsi, ingeniero agrónomo con estudios de economía, madrileño de 32 años, va a ser el responsable de la puesta en marcha del plan de reforma agraria del Gobierno Escuredo. Presidirá el Instituto Andaluz de Reforma Agraria (IARA). De entrada, no quiere engañar a nadie: "Vamos a mantener la población empleada en el campo y en algunas comarcas a incrementarla ligeramente, pero hay que decir claramente que este tema no soluciona el problema del campo andaluz". Sin embargo, ello no supone que tenga menos entusiasmo con la tarea. "El proyecto es válido y la voluntad del Gobierno andaluz ...

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José María Sumpsi, ingeniero agrónomo con estudios de economía, madrileño de 32 años, va a ser el responsable de la puesta en marcha del plan de reforma agraria del Gobierno Escuredo. Presidirá el Instituto Andaluz de Reforma Agraria (IARA). De entrada, no quiere engañar a nadie: "Vamos a mantener la población empleada en el campo y en algunas comarcas a incrementarla ligeramente, pero hay que decir claramente que este tema no soluciona el problema del campo andaluz". Sin embargo, ello no supone que tenga menos entusiasmo con la tarea. "El proyecto es válido y la voluntad del Gobierno andaluz es fuerte".

Por el momento, el IARA no es nada, sólo un proyecto recogido en el título I de la ley para la Reforma Agraria, pero pronto será el organismo público más observado d Andalucía, la principal baza política del Gobierno de Escuredo Reunirá a un ejército de funcionarios, los del leona y el Iryda, una vez transferidos estos organismos a Andalucía, y tendrá que estudiar en qué comarcas y cómo se va poner en marcha el plan.Tendrá que decidir, por ejemplo, cómo, cuándo y cuánto expropiar. Ese es el meollo de la cuestión para la derecha y la izquierda. La ley es muy ambigua cuando habla de expropiaciones de dominio "Sí, el texto queda un poco ambiguo, pero la verdad es que en su relación inicial no estaba así. Ahora dice que se acordará la expropiación del dominio si existen graves motivos de orden económico y social que así lo exijan, y ahí queda la cosa. En la redacción original se añadía detrás que se entenderá que existen esos motivos en los ca sos tal, tal, tal y tal, pero luego hubo que quitarlo porque expertos juristas señalaron que era inconstitucional".

Expropiaciones, pero pocas

Pero, en definitiva, habrá expropiaciones, aunque espera que pocas: "Esas concreciones se han trasladado a otro apartado, el del impuesto a fincas infrautilizadas, un impuesto que irá en relación con la distancia que haya entre el rendimiento de una finca y el rendimiento óptimo de la comarca. El impuesto se va a aplicar a las mejores de hoy, no las malas, por así decirlo. Pero habrá expropiaciones. Aquellas fincas que estén por debajo del 25% del rendimiento óptimo se expropiarán. A las malas se les expropiará el uso mediante el arrendamiento forzoso. A las de tipo medio se les aplicará la ley de Fincas Manifiestamente Mejorables. Y a las que estén lejos de la situación óptima les ponen un impuesto. Así aplicas un tratamiento diferencial. Expropiar es muy duro. La fracción de propietarios a los que vas a expropiar automáticamente va a ser pequeña, lo cual, ¿qué pasa? Pues que no te enfrentas brutalmente con la clase de propietarios y, por otro lado, el coste no es muy alto. Digamos que la expropiación tendría un carácter un poco ejemplar. Usted, que es un hombre que lo suyo es una indecencia porque lleva aquí años y años casi sin cultivar, pues le quito la finca, le expropio, y se acabó. Pero eso será con unas mantas, no va a ser masivo, porque ahora la situación tampoco es como hace 40 años. La tierra ya no está tan abandonada".La ley de Fincas Manifiestamente Mejorables, como base de actuación, ha sido puesta en entredicho por las fuerzas más a la izquierda, que piensan que esa ley ha probado largamente su inutilidad: "Hay una voluntad cierta de actuar, que es lo que hasta ahora ha faltado, pienso yo. Vamos a actuar decreto a decreto, comarca a comarca, examinando en las comarcas en que se acoge cada finca, para ver muy de cerca su nivel de explotación. Esperamos además que se rebaje el tamaño de las fincas a las que es aplicable la ley de Manifiestamente Mejorables. Ahora el límite está en las 500 hectáreas de secano y 50 de regadío. Nosotros queremos bajarla a 300 en las de secano. En ese sentido hemos dado un primer paso al colocar en 300 el límite de actuación para el impuesto de infrautilizadas. Con eso se pretende poner el primer pie para una posible iniciatíva legislativa posterior, quizá en Madrid, que pueda rebajar los tamaños de aplicación de la ley de Fincas Manifiestamente Mejorables".

Poco a poco

Otra pregunta es si hay dinero, si esos 45.000 milllones de que hasta ahora se ha hablado servirán para el año 1984, y si el Iryda va a ser o no transferido en su totalidad a la Junta de Andalucía: "El dinero que haya el primer año no es tan importante, porque nuestra idea en el primer año no es hacer locuras, echar a andar a lo loco y decretar 30 comarcas. Esto tiene que ir a un ritmo uniformemente acelerado, que el primer año eche a andar con tres, cuatro o cinco comarcas, un poco en plan piloto, en plan experimental, porque hay que poner en marcha una serie de mecanismos que son nuevos. Hay que pensar que para hacer esto hacen falta unos estudios comarcales previos que tienen que ser muy serios, que llevan tiempo. Quiero decir con esto que me preocupa más tercer o el cuarto año, que es cuando el nivel presupuestario tendrá que ser alto, porque ya entonces vamos a saber qué es lo que hay que hacer y dónde, y habrá que hacerlo".Por ahora hay las tierras de Rumasa, las del Iryda y las de Icona. "El paquete de Rumasa es lo más visto, pero hay que pensar también en las primeras expropiaciones, de dominio o de uso, y eso tardará por lo menos un año. Lo primero que hay que hacer es un paquete de tierras públicas, un inventario de los sitios donde se pondrán en marcha los primeros planes de colonización. En estos primeros planes nos jugamos todo. Nos volcaremos en la cuestión del trabajo en cooperativas, en apoyos técnicos, en formación profesional. Algunos se han quejado de que la ley no detalla esto, pero es que se trata de una ley de bases, cuyos aspectos principales habrá que desarrollar más adelante a través de decretos".

Respecto a si llegará todo el Iryda o no, no parece muy preocupado: "La discusión no está entre todo o nada, sino entre todo o gran parte. Desde mi punto de vista, habrá que trabajar con lo que haya, y ya está. El Estado quiere reservarse una parte del Iryda para cumplir con sus responsabilidades de ordenación general de la economía. Es una parte que se refiere a obras hidráulicas, regadíos y demás. Se trata de una discusión política en la que yo no tomo parte, ni entro ni salgo. Yo trabajaré con lo que llegue a mis manos"

Las asociaciones ecologistas están alarmadas por la incorporación de los montes públicos de Icona al IARA: "No estamos con un ecologismo radical. Dejar todos los montes públicos para parques es un poco sangrante con la realidad andaluza. Se trata de combinar el aumento productivo con unas normas ecológicas y conservacionistas. No vamos a repoblar medio millón de hectáreas de eticaliptos, pero tampoco las vamos a dejar así, sin repoblar, o con una densidad bajísima. En Andalucía hay 1.100.000 hectáreas de aprovechamiento forestal que suponen una capacidad productiva que está absolutamente infrautilizada. Yo sé que los ecologistas tienen miedo de que la reforma agraria tenga un planteamiento muy productivista, pero hay que combinar todos los intereses".

No hay evaluaciones sobre cuánto trabajó puede proporcionar este plan, pero advierte que no hay que engañar a nadie: "Con esto se puede mantener la población empleada y en algunas comarcas incrementarla ligeramente, pero hay que decir claramente, y ya se ha hecho, que esto no soluciona el problema del campo andaluz. Hay comarcas en las que el plan irá acompañado de una especie de planes de comercialización e industrialización agraria; pero eso cuesta dinero, y esto es una ley, no una varita mágica. En lo que sí confío es en que esto pueda ser una cierta palanca, que en las comarcas en que actúe cree una dinamización, porque la idea de la Junta es, a medida que se actúe en este plan, actuar también a niveles de equipamiento, de escuelas, de infraestructura. Con eso se irá creando cierta capacidad de empleo, pero tampoco pensamos que a partir de esto Andalucía vaya entrando de forma automática en los niveles que necesita".

La CEE

Otra interpretación política contraria a la ley es la de que podría tratarse de un mero instrumento par adecuar el campo andaluz a las necesidades de España cara a la entrada en la CEE. "Hombre, claro. Una ley es un instrumento que puede usarse para muchas cosas, sobre todo una ley de bases como es ésta, a desarrollar. Pero la idea con que se ha hecho, la intención que hay al aplicarla es otra. La agricultura andaluza tiene un potencial productivo a desarrollar, y se trata de hacer. Por supuesto, habría que desarrollarlo en las direcciones en que no saturemos el mercado nacional y en las que tengamos posibilidades en el mercado internacional. Sobre todo, yo considero importante apagar lo más posible las oscilaciones de empleo que ahora hay, diversificar la producción, repartir el trabajo también en el tiempo. Ahora hay comarcas donde sólo hay trabajo uno o dos meses al año, y eso hay que romperlo".Termina en clave optimista: "La voluntad del Gobierno andaluz es fuerte y, que yo sepa, Madrid ha dado su visto bueno al proyecto, que es bastante respetuoso con la legislación central, con los supuestos básicos de esa legislación".

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