Felipe González pidió a un millar de empresarios que inviertan e innoven, sin esperar que la Administración marque la pauta

El presidente del Gobierno, Felipe González, invitó ayer al millar de empresarios que se reunieron con él a almorzar, dentro del I Primer Forum sobre Innovación y Empresa, a que tomen la iniciativa y dupliquen los riesgos -el normal y el de investigación- para modernizarse, sin esperar que el aparato burocrático marque la pauta. "Nosotros dijo, "ya procuraremos que el riesgo no se transforme en siniestro". Frente a las peticiones de que España se sume pronto a la "revolución científico-técnico, el jefe del Ejecutivo afirmó, entre aplausos de los asistentes, que sólo quiere "hacer la refórma", ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El presidente del Gobierno, Felipe González, invitó ayer al millar de empresarios que se reunieron con él a almorzar, dentro del I Primer Forum sobre Innovación y Empresa, a que tomen la iniciativa y dupliquen los riesgos -el normal y el de investigación- para modernizarse, sin esperar que el aparato burocrático marque la pauta. "Nosotros dijo, "ya procuraremos que el riesgo no se transforme en siniestro". Frente a las peticiones de que España se sume pronto a la "revolución científico-técnico, el jefe del Ejecutivo afirmó, entre aplausos de los asistentes, que sólo quiere "hacer la refórma", para la cual es necesario superar toda una base cultural y dar protagonismo a la sociedad civil. Los presentes -además de empresarios, medio millar de científicos y representantes de la Administración- se mostraron en sintonía con el presidente, quien les acabó tuteando.

Más información

"Más de 1.500 empresarios, más de 1.500 españoles", dijo a los postres en tono mitinero el presidente de la patronal CEOE, Carlos Ferrer, "estamos aquí para hacer la revolución en España". Tras fuertes aplausos y unos instantes de silencio, explicó que no se refería a la "anticuada y anacrónica", sino a la científica y tecnológica, la del progreso y salida de la crisis, la iniciada por los países más avanzados del mundo, y a la que España debe sumarse ya, como mucho con 25 años de retraso, no con el siglo o siglo y medio de demora registrada para la revolución industrial.Porque "en su programa estaba el cambio", recordó Ferrer al secretario general del PSOE, "le pedimos que incluya sobre todo la innovación y el progreso científico. Que E.spaña participe. Los empresarios y ciudadanos estamos dispuestos al máximo esfuerzo. Que el apoyo del Gobierno no falte". Carlos Ferrer, en intervenciones posteriores, tuteó a Felipe González, quien en algún momento anterior se excusó por lo mismo -"perdonen, confundo el vosotros con el ustedes, como andaluz"-, si bien luego repitió el "vosotros".

"Me siento cómodo", empezó diciendo el presidente del Gobierno, a quien acompañaban en la mesa presidencial tres ministros económicos -los de Industria, Transportes y Obras Públicas- y los primeros dirigentes de CEOE y la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), entidades organizadoras del foro, junto con la Administración. Poco después añadió sobre las palabras del líder patronal: "Yo soy bastante más modesto, porque sólo quiero hacer la reforma". Estas palabras suscitaron los mayores aplausos de la reunión, luego escuchados varias veces más. 'Reformar con valentía y prudencia", diría en otro momento de su intervención.

No esperar al 'papá Estado'

Tras insistir en que un poso histórico en la cultura española ha impedido que la actividad innovadora sea concebida como un bien -a su juicio, ello es una muestra de la pérdida de sentido, como también el hablar de guerra del Gobierno con colectivos como jueces, fiscales y médicos-, el jefe del Ejecutivo reclamó reiteradamente el protagonismo de la sociedad civil. Pese a tener presente que "probablemente rompo tabúes, como otras veces", pidió no esperar al papá Estado, porque tomará las decisiones tarde "y con margen de error. No esperamos que el aparato marque la pauta; sería tanto como pedirle peras al olmo"."La preocupación por la innovación sigue siendo una excepción desde el mundo empresarial", afirmó más tarde, para lue go igualar "el síndrome de la innovación como excluyente del empleo" al síndrome del milenio". "No está claro. Se puede sospechar que haya un gap entre la revolución y la adecuación. La tarea del Gobierno es que el gap excesivamente exagerado no cree vacio. El Gobierno se encuentra con una enorme disper sión de esfuerzos en investigación. Intentaremos conectar todos ellos, creando vías de comu nicación fluidas. Las resistencias, superadas a nivel de ministros, permanecen en el aparato burocrático".

Las últimas palabras del discurso del presidente González fueron para sugerir un "proyectos de cooperación". Luego contestó a una docena de preguntas que le habían pasado por escrito, excepto a dos: "¿Cuál es el ratio carga-tara en investigación tecnológica?", que reconoció no entender, y a la de qué coste tiene la estructura tecnológica, que dijo contestaría por escrito. En síntesis, sus contestaciones fueron:

- Apoyos recibidos por el Gobierno para la reconversión industrial (de Manuel Gómez de Pablos, nombre y apellidos del presidente de Iberduero): Se ha colocado ya el mensaje de que es necesaria. Y es que el grado de destrucción de puestos de traba jo e inversiones sustitutivas de empleo ha duplicado en España el de cualquier otro país europeo. El 95% de la sociedad lo entien de. A partir de aquí queda seguir con los esfuerzos de persuasión a los sectores afectados, para que vean en la reconversión menos costes que seguir dilapidando.

- Oposición a las máquinas en alguna zona agrícola: Los sindicatos las aceptan, diría más, las desean. Pero tienen la obligación de defender los intereses de sus afiliados.

- Descoordinación empresas-centros educativos (de Javier Ferrer, directivo de CEOE): Se trabaja a buen ritmo. Con los presupuestos por programas para 1984, se trata de superar la división de la Administración en parcelas.

- Innovación y Administración pública (Jaime Fronda): Es necesario que la reforma de la Administración sea el fruto de una presión.

- Promesa electoral, "que agradezco que me recuerden", de duplicar las asignaciones a investigación: Hay un esfuerzo presupuestario para cumplirlo. Pero "me resisto a dar una peseta más mientras no se me demuestre que va a ser eficientemente empleada".

- Programa nuclear y esfuerzo tecnológico (José Manuel Losada): No cabe duda de que supone un esfuerzo, y hay una línea de diálogo entre la AdnÚnistración y las empresas afectadas, "desde nuestro punto de vista bastante fructífero".

- Apoyo administrativo a la innovación en comercio exterior (Joaquín Candel): "Si no hacen ustedes un foro como este, lo haremos nosotros, con participación vuestra". El presidente de CEOE replicó: "Haremos el foro sobre exportaciones, y aprovecharemos para invitarte al almuerzo consiguiente".

- Presupuestos del Estado para 1984: Se debería hacer un reflexión sobre el esfuerzo del Gobierno por contener y luego reducir el déficit público.

Archivado En