El acuerdo de desnuclearización de Madrid y las relaciones con Nicaragua polarizaron los debates del pleno municipal

El Ayuntamiento de Madrid aprobó ayer en sesión plenaria, con los votos en contra del Grupo Popular, la moción conjunta de los concejales socialistas y comunistas por la que se eleva al Gobierno el deseo de la corporación municipal de que el municipio de Madrid sea declarado zona desnuclearizada, a efectos exclusivamente militares. El acuerdo se adoptó en un pleno ordinario pródigo en incidentes verbales y confrontaciones dialécticas entre la mayoría de izquierda y el Grupo Popular, que adquirieron especial relieve en la discusión de una propuesta en la que se pedía la suspensión inmediata de ...

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El Ayuntamiento de Madrid aprobó ayer en sesión plenaria, con los votos en contra del Grupo Popular, la moción conjunta de los concejales socialistas y comunistas por la que se eleva al Gobierno el deseo de la corporación municipal de que el municipio de Madrid sea declarado zona desnuclearizada, a efectos exclusivamente militares. El acuerdo se adoptó en un pleno ordinario pródigo en incidentes verbales y confrontaciones dialécticas entre la mayoría de izquierda y el Grupo Popular, que adquirieron especial relieve en la discusión de una propuesta en la que se pedía la suspensión inmediata de las relaciones de colaboración y ayuda del Ayuntamiento de Madrid con el de Managua (Nicaragua) hasta tanto se aclare la presunta vinculación del Gobierno de aquel país con ETA

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La moción conjunta de comunistas y socialistas propone escueta y textualmente "elevar al Gobier no el deseo de la corporación de que la Villa de Madrid sea declarada zona desnuclearizada, a efectos exclusivamente bélicos". En su presentación, se afirma que el texto quiere hacerse eco del sentir "de la mayoría de los vecinos", y se insiste en la amenaza que supone la proximidad a centros urbanos de instalaciones nucleares, "que pueden poner en un determinado momento en peligro la supervivencia de sus habitantes". La espectación suscitada por la inclusión en el orden del día de la moción explica que la tribuna de público se llenara de personas que aguardaron en sus asientos tres horas, antes de que se iniciara el debate de aquella. La discusión se convirtió en un auténtico lance personal entre Juan Barranco y José María Álvarez del Manzano, portavoces del los grupos Socialista y Popular, respectivamente, para justificar, en una interminable sucesión de réplicas y contrarréplicas, su posición ante el tema.

Barranco insistió en que el Grupo Socialista ha actuado en este caso en completa coherencia con el compromiso contraido por Felipe González en su debate de investidura, en el sentido de no nuclearizar España, y con el párrafo segundo del tratado de adhesión de España a la OTAN, aprobado por las Cortes. Al concluir su exposicion, afirmó que "si en lugar de ser concejal de Madrid, yo fuera concejal del ayuntamiento de Moscú o Nueva York, presentaría exactamente la misma moción".

Adolfo Pastor, portavoz comunista, expresó su satisfacción por el acuerdo logrado con los socialistas en el texto de la moción. "Si hoy Madrid adopta esta decisión, si todas las ciudades y pueblos de España solicitan lo mismo al Gobierno, y si se producen en otros países reflexiones colectivas de este tipo, se sentarán las primeras bases para que los gobiernos del mundo abandonen la carrera armamentista", afirmó Paston

"Gol comunista"

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José Ignacio Wert, en nombre del Grupo Popular, comenzó por afirmar que con la moción los concejales comunistas han metido un gol a los socialistas, y recordó unas declaraciones de Pastor en el sentido de que con este tema el PCE iba a poner en un aprieto al Gobierno. Tras asegurar que, la moción pretende que se considere desnuclearizado un territorio "que por decisión de las Cortes está ya desnuclearizado", calificó la moción de "unilateral y retórica" y adelantó la seguridad de que el hecho "será noticia de primera página en Pravda". Abundó en comentarios de este tipo José María Álvarez del Manzano, quien señaló que su grupo acepta el contenido de la moción, que está contra la nuclearización, pero que considera la misma "insuficiente, superficial e inútil, y mera maniobra política". Propuso que los grupos del Ayuntamiento redacten -una nueva moción sería, bien hecha y no unilateral, que sí estamos dispuestos a firmar".El pleno había adquirido antes de este debate tintes de agria confrontación entre la mayoría de izquierda y el Grupo Popular, al plantear el concejal de esta última formación, Luis Peral, una propuesta para que se suspendan las relaciones de colaboración y ayuda del Ayuntamiento de Madrid con el de Managua, hasta tanto queden aclaradas las presuntas vinculaciones del Gobierno de Nicaragua con ETA. Peral recordó que en 1982 el Ayuntamiento de Madrid aprobó una ayuda de cinco millones de pesetas y abrió una cuenta de solidaridad. Luego aportó datos sobre la presunta presencia de medio centenar de etarras en el continente suramericano y calificó al presidente Felipe González de "ingenuo y crédulo" por dar más crédito al ministro de Interior de Nicaragua, Tomás Borge, que al presidente de Costa Rica, Luis Alberto Monge, perteneciente a la Internacional Socialista.

Tierno advierte

La afirmación, anterior provocó la intervención de Tierno. El alcalde afirmó que lo que el concejal Peral había hecho eran afirmaciones graves, "que podemospedirle que las demuestre". Barranco increpó al concejal del Grupo Popular "por haberse confudido de foro político" y señaló que el Gobierno español investiga las presuntas vinculaciones del Gobierno de Managua y ETA, "que, de confirmarse, llevarían, como ya ha afirmado el ministro Morán, a suspender la ayuda a ese país". Barranco recordó que el Ayuntamiento de Madrid no presta en la actualidad ninguna ayuda a Nicaragua.Coincidió con estos argumentos. Adolfo Pastor, que calificó la intervención de Peral de provocación y como parte de un intento de su grupo de llevar al Gobierno español a romper sus relaciones con Nicaragua. Tierno, ante el cariz de la discusión, logró remansarla mediante la amenaza de expulsar de la sala a los concejales que la protagonizaban, "porque este debate puede generar un conflicto diplomático con un país amigo".

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