Sólo quiere ser torero

En el número uno de este periódico se publicaba una crónica taurina que se tituló Sánchez Puerto, todo un torero. El matador espera que el número 2.364 -el de mañana- pueda decir lo mismo.Antonio Sánchez Puerto ha salido bastante en la prensa en estos últimos días -la primera vez por motivos gratos y la segunda por razones menos agradables. Hace unas semanas en la plaza de las Ventas cuajó una gran faena, llena de arte y sabor taurino. Unos días después, agredió de forma fea a un crítico de toros. Formalmente ha pedido disculpas a la víctima y a la crítica en general.

Desde aquel...

En el número uno de este periódico se publicaba una crónica taurina que se tituló Sánchez Puerto, todo un torero. El matador espera que el número 2.364 -el de mañana- pueda decir lo mismo.Antonio Sánchez Puerto ha salido bastante en la prensa en estos últimos días -la primera vez por motivos gratos y la segunda por razones menos agradables. Hace unas semanas en la plaza de las Ventas cuajó una gran faena, llena de arte y sabor taurino. Unos días después, agredió de forma fea a un crítico de toros. Formalmente ha pedido disculpas a la víctima y a la crítica en general.

Desde aquel sonado triunfo novilleril de 2 de mayo de 1976, el manchego ha toreado poco: dos corridas en la temporada de su alternativa, 1978, una decena de corridas en cada una de las dos temporadas siguientes, y desde entonces muy poco. Varios apoderados -uno muy importante- se interesaron por él, pero no hubo éxito. "Por un lado no supieron dirigir bien mi carrera", dice el torero.

Por otro, yo fallé demasiado con la espada, yo no estaba hecho".

El matador no tenía apoderado y tuvo que ajustar las fechas por su cuenta. "Eso ha sido difícil", dice. "Se dan pocas oportunidades a toreros sin fuertes apoderados, y luego suelen ser con encierros duros. Un torero debe dedicarse exclusivarriente a su profesión mientras un representante le firma contratos".

Eso es lo que desea el matador. Eso y que la prensa sólo hable de él como torero.