Sólo para mujeres

Es una experiencia insólita en este país. Un espectáculo he cho y pensado por hombres para una audiencia exclusiva mente femenina -está prohibida la entrada a los hombres. La escasa promoción del mismo ha sido el condicionante funda mental de que los poquísimos asistentes se hayan visto obligados previamente a saltar algunos obstáculos. Han tenido que enterarse de oídas de, su existencia y, después, sortear las dudas al respecto: ¿qué puede ofrecer una compañía de teatro absolutamente desconocida en un pequeño cabaré madrileño conocido por sus números eróticos pasadas las 12 de la noche...

Es una experiencia insólita en este país. Un espectáculo he cho y pensado por hombres para una audiencia exclusiva mente femenina -está prohibida la entrada a los hombres. La escasa promoción del mismo ha sido el condicionante funda mental de que los poquísimos asistentes se hayan visto obligados previamente a saltar algunos obstáculos. Han tenido que enterarse de oídas de, su existencia y, después, sortear las dudas al respecto: ¿qué puede ofrecer una compañía de teatro absolutamente desconocida en un pequeño cabaré madrileño conocido por sus números eróticos pasadas las 12 de la noche?Es lógico, pues, que Sólo para ti, encanto, haya pasado desapercibida en la cartelera madrileña. Sin embargo, una vez dentro, es capaz de sorprender gratamente a los pocos que se han atrevido a entrar. Cuatro actores aficionados y una presentadora, Celia Olmos, no más profesional que los demás, ponen en la minúscula escena una serie de divertidas parodias a través de cuatro prototipos masculinos bien definidos: el romántico, el hippy más tradicional, el chulo, y el guaperas. El humor, ridiculizando, en algunos momentos, al sexo masculino, se combina, con un par de tímidos números eróticos en los que Juan Manuel Santiesteban luce su cuerpo vestido de deportista o arropado de un púdico calzoncillo, blanco.

El espectáculo termina con un monólogo improvisado de Félix Delgado que quizá resulte un tanto fuera de lugar, pero al final el espectador puede salir satisfecho de su hallazgo. El grupo arranca aplausos y risas.