La Administración Reagan se dispone a revisar su política en Oriente Próximo

La Administración Reagan, frustrada por la negativa siria a retirar sus tropas de Líbano, se dispone a revisar su política en Oriente Próximo a la vista del callejón sin salida en que se encuentra su iniciativa de paz para la región. Israel, mientras, sigue con interés la evolución del enfrentamiento que opone desde hace semanas, en el seno de las filas palestinas, a partidarios y adversarios de Yasir Arafat.

El enviado especial norteamericano a Oriente Próximo, Philip Habib, está de nuevo en Estados Unidos, donde participa en Washington en una revisión al más alto nivel del estado actu...

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La Administración Reagan, frustrada por la negativa siria a retirar sus tropas de Líbano, se dispone a revisar su política en Oriente Próximo a la vista del callejón sin salida en que se encuentra su iniciativa de paz para la región. Israel, mientras, sigue con interés la evolución del enfrentamiento que opone desde hace semanas, en el seno de las filas palestinas, a partidarios y adversarios de Yasir Arafat.

El enviado especial norteamericano a Oriente Próximo, Philip Habib, está de nuevo en Estados Unidos, donde participa en Washington en una revisión al más alto nivel del estado actual de la situación y perspectivas en el área; informa la agencia Efe.A estas sesiones van a asistir Morris Draper, el colaborador más próximo de Habib, y numerosos embajadores norteamericanos en Oriente Próximo, según ha declarado al Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara Nicholas Veliotes, secretario de Estado adjunto para esa área geográfica.

Veliotes se muestra pesimista sobre la posibilidad de que Siria cambie próximamente su actitud negativa frente al acuerdo libanés-israelí sobre la retirada de las tropas extranjeras de Líbano, aunque insiste en mantener el diálogo. No menos alejada ve Veliotes la aceptación de la iniciativa de paz de Ronald Reagan para le región, que prevé el establecimiento de un autogobierno palestino, asociado a Jordania, en Cisjordania y Gaza.

En medios oficiales de Jerusalén se analiza atentamente la evolución de las disensiones en Al Fatah, grupo mayoritario en el seno de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), aunque Víctor Cygielman no ha podido obtener reacciones oficiales.

"Para nosotros, Yasir Arafat, Abu Iyad. o Abu Musa son los mismos", manifiesta oficiosamente un alto funcionario de la presidencia del Gobierno. "Abu Musa y los otros rebeldes quizá se hagan ilusiones sobre su potencial bélico. Arafat, que es más consciente de la amplitud de la derrota militar de la OLP en Líbano, simula que quiere negociar, pero su objetivo es el mismo que el de los rebeldes: destruir a Israel".

Según el especialista en asuntos árabes de la radio israelí, la caída de Arafat es inminente, creencia no compartida por otros expertos. "Arafat es un superviviente nato y además es un símbolo, el jefe histórico de la OLP. La organización, ya muy debilitada desde su retirada de Beirut, corre el peligro de degradarse completamente. Los otros jefes no pueden permitírselo y ayudarán a terminar con la rebelión mediante algún tipo de componenda", dice el experto en asuntos palestinos del diario laborista Davar.

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El primer ministro israelí, Menajem Beguin, ha rechazado categóricamente la resolución adoptada por el Partido Laborista que pide una retirada inmediata de las tropas israelíes de las regiones libanesas de Chuf y Beirut.

Para Beguin, esta petición "se enmarca en la guerra de desgaste emprendida por la oposición contra la coalición Likud", aunque han sido varios los ministros que en los últimos días han contemplado, y hasta abogado, por la retirada.

En Líbano, ayer, se produjo un terremoto a las cuatro de la mañana que alcanzó la intensidad 5,3 en la escala de Richter. El seísmo duró 18 segundos y no se registraron víctimas.

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