Con la 'garantía' de los Núñez
La sangre Núñez, en sus variadísimas ramas, es garantía para los toreros, según suelen decir sus apoderados, y esa procedencia tienen los novillos de Francisco Rubio, de Sevilla, que se lidian esta tarde. Los matadores son Antonio Camarena, Lucio Sandín y Rafael Perea Boni, novilleros punteros.La ganadería de Rubio fue formada en 1929 por Alfonso de Olivares, con vacas de Juan Belmonte y sementales Parladé. Reducida considerablemente durante la guerra civil, Concepción Barzanallana, viuda de Olivares, la rehizo y la administró hasta 1963, año en que la vendió a María Recio de Sánchez, q...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
La sangre Núñez, en sus variadísimas ramas, es garantía para los toreros, según suelen decir sus apoderados, y esa procedencia tienen los novillos de Francisco Rubio, de Sevilla, que se lidian esta tarde. Los matadores son Antonio Camarena, Lucio Sandín y Rafael Perea Boni, novilleros punteros.La ganadería de Rubio fue formada en 1929 por Alfonso de Olivares, con vacas de Juan Belmonte y sementales Parladé. Reducida considerablemente durante la guerra civil, Concepción Barzanallana, viuda de Olivares, la rehizo y la administró hasta 1963, año en que la vendió a María Recio de Sánchez, que la anunció Sierra Morena. Después fue propiedad, sucesivamente, de Carlos Melgarejo, Laurentino Carrascosa, Membrillar San Juan, SA, y José González Sillero. Éste aumentó la ganadería con reses procedencia Lisardo Sánchez, y Francisco Rubio, a quien se la vendió en 1981, añadió otras de procedencia Carlos Núñez. Su antigüedad es del 19 de marzo de 1982.