Crítica:JORNADAS DE 'JAZZ' DE MADRID

Benny Carter y Harry Edison, sonido de nuestro siglo

¿Sabían ustedes que Benny Carter es aquel legendario saxo alto, multi-instrumentista y director de orquesta responsable, entre otras cosas, de que se dedicara al canto una aspirante a bailarina llamada Ella Fitzgerald? ¿Sabían que, años más tarde, ese mismo Benny Carter ganaría millones como arreglista de estudio, se jubilaría de ese oficio, y, en vez de retirarse del todo, seguiría actuando cara al público por pura afición, por puras ganas de continuar en la brecha?Seguimos con preguntas: ¿sabían ustedes que Frank Sinatra, cuando tiene un comprormiso importante, sea, la grabación de un nuevo ...

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¿Sabían ustedes que Benny Carter es aquel legendario saxo alto, multi-instrumentista y director de orquesta responsable, entre otras cosas, de que se dedicara al canto una aspirante a bailarina llamada Ella Fitzgerald? ¿Sabían que, años más tarde, ese mismo Benny Carter ganaría millones como arreglista de estudio, se jubilaría de ese oficio, y, en vez de retirarse del todo, seguiría actuando cara al público por pura afición, por puras ganas de continuar en la brecha?Seguimos con preguntas: ¿sabían ustedes que Frank Sinatra, cuando tiene un comprormiso importante, sea, la grabación de un nuevo disco, sea un concierto en el que quiere quedar especialmente bien, impone como obligación contractual que el primer trompeta de la banda acompañante sea Harry Edison? ¿Sabían que Edison, apodado Sweets, aparece asimismo como primer trompeta en el 90% de todas aquellas grabaciones que hizo la Capitol, en los años cincuenta, a una. legión de cantantes maravillosos en la que no sólo formaba Sinatra, sino también Peggy Lee y Dinah Shore y Judy Garland y mucha más gente?

Benny Carter All Stars

III Jornadas de Jazz de Madrid. Cuartel Conde Duque. Madrid. 8 de mayo.

Bien, pues estos dos señores, a quien después de lo dicho no habrá mayor problema en asociar con el sonido de nuestro siglo, han sido los encargados de inaugurar las Jornadas de Jazz que ha convocado el Ayuntamiento como parte de las fiestas, de San Isidro. Para acompañarles ha venido un pianista llamado Gerry Wiggins, que ha enloquecido al público con el estilo, la clase y la autoridad que, a lo largo de su carrera, le han dado prestigio como acompañante de vocalistas de talante.

En cuanto a lo ocurrido bajo la carpa del Conde Duque, no tiene mucho mérito hacer la reseña de un concierto como éste, porque son todos muy parecidos. En el programa nunca faltan temas de repertorio como Misty, Avalón o Perdido, y, como máxima concesión a la modernidad, Wave, de Antonio Carlos Jobim. Los arreglos también son predecibles: exposición del tema, sucesión de solos, cambio de compases, recapitulación y a otra cosa.

Añádanse, a distribuir entre las distintas partes del concierto, números especiales a cargo de los líderes del grupo: en esta ocasión quedó especlialmente bien el de Edison, con sendos-finales en pianissimo que fueron muy aplaudidos por el público, al que parece que no sólo le va el ruido. Lo más original que puede hacerse en estos casos es hablar de si el sonido estuvo mal o estuvo bien, y esta vez estuvo más mal que bien. Total, que estos son conciertos de los que se puede decir muy poco. Ahora, les garantizo que se disfruta muchísimo.

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