El Gobierno incrementa la presión y descarta un plan de estabilización

El ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, descartó ayer, en el acto de presentación pública de los Presupuestos del Estado para 1983, la necesidad de un plan de estabilización y anunció un aumento de 0,94 puntos en la presión fiscal (porcentaje de participación de los impuestos sobre el valor de los bienes y servicios producidos en España cada año). El máximo responsable económico se mostró optimista a partir de la exposición de los últimos datos sobre paro, inflación y déficit exterior, y enumeró una serie de inmediatas medidas de reforma, destinadas a modernizar las estructuras para ...

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El ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, descartó ayer, en el acto de presentación pública de los Presupuestos del Estado para 1983, la necesidad de un plan de estabilización y anunció un aumento de 0,94 puntos en la presión fiscal (porcentaje de participación de los impuestos sobre el valor de los bienes y servicios producidos en España cada año). El máximo responsable económico se mostró optimista a partir de la exposición de los últimos datos sobre paro, inflación y déficit exterior, y enumeró una serie de inmediatas medidas de reforma, destinadas a modernizar las estructuras para situarse en mejores condiciones de cara a la reactivación.

El Gobierno se propone para "muy pronto", dijo, flexibilizar el mercado de trabajo, reformar la administración y la Seguridad Social, reducir el déficit de las empresas públicas, reformar el gasto público e introducir el Impuesto sobre el Valor Añadido, ordenar las producciones agrarias para ajustar la oferta a la demanda, y solucionar problemas de transporte y de financiación de las comunidades autónomas y locales.Según los Presupuestos, los gastos del Estado crecerán en 1983 un 22,1% con respecto a los previstos para 1982 (11,2% sobre lo realmente gastado al final), y los ingresos un 29,4%, después de unos recortes introducidos por el Ejecutivo en el proyecto inicial (8% por cada ministerio). Ello permitirá reducir el déficit público, que se financiará con deuda antes que con recurso al Banco de España, a 1,1 billones de pesetas. En cambio, el banco emisor afrontará, al menos de momento, toda la cobertura del déficit patrimonial de Rumasa, que se estima próximo a los 200.000 millones de pesetas.

De los casi 3,5 billones de pesetas de ingresos presupuestados, en torno a 1, 15 billones procederá del impuesto sobre la renta. Para ello, se incrementan muchas tarifas y será aprobada el próximo miércoles una nueva tabla de retenciones sin carácter retroactivo. El ministro dijo que, pese al ligero aumento de las primeras, las familias con dos hijos y menos de 1,8 millones de ingresos anuales pagarán menos, debido al aumento de deducciones aprobado en diciembre por el decreto-ley de prórroga de los Presupuestos de 1982. En cambio, bajarán los tipos de ingresos superiores a los 10 millones de pesetas, según Miguel Boyer para desincentivar el fraude realizado mediante la desviación de rentas a impuestos menos altos.

En el mismo sentido, se eleva del 33% al 35% el tipo general del impuesto sobre sociedades o beneficios, aunque se concederán fuertes incentivos a la inversión generadora de puestos de trabajo. No suben los impuestos sobre el lujo para automóviles ni hay perspectiva de que bajen los de carburantes.

El ministro de Economía y Hacienda basó la esperanza de recuperación para finales de este año, que permitirá cerrar el ejercicio con un crecimiento económico del 2%, en la expansión del programa de las exportaciones y en la demanda por consumo interno. Dijo que el dólar está sobrevalorado y terminará por bajar, como se opina en Europa.

Páginas 55 a 57

Editorial en la página 10

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