El Gobierno militar argentino intenta evitar a toda costa el anunciado paro nacional
El Gobierno militar argentino realiza, en medio de un clima de alta tensión política, intensas gestiones para evitar la huelga general declarada por las dos centrales sindicales. El comandante en jefe del Ejército advirtió ayer sobre una "reacción militar"
En los próximos días, el ya extremadamente débil proceso de transición política va a sufrir los más duros golpes desde que se anunciara la posibilidad de una salida electoral.El ministro de Trabajo ha calificado de lamentable la decisión tomada por las dos centrales sindicales de convocar a un paro nacional de actividades el lunes. El...
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El Gobierno militar argentino realiza, en medio de un clima de alta tensión política, intensas gestiones para evitar la huelga general declarada por las dos centrales sindicales. El comandante en jefe del Ejército advirtió ayer sobre una "reacción militar"
En los próximos días, el ya extremadamente débil proceso de transición política va a sufrir los más duros golpes desde que se anunciara la posibilidad de una salida electoral.El ministro de Trabajo ha calificado de lamentable la decisión tomada por las dos centrales sindicales de convocar a un paro nacional de actividades el lunes. El propio general Reynaldo Bignone, presidente del Gobierno militar, intentó establecer contactos privados con los dirigentes gremiales para evitar una medida que provocaría además una grave crisis de Gobierno.
El general Cristino Nicolaides, comandante en jefe del Ejército y hombre fuerte de la Junta Militar, advirtió ayer en una declaración pública que el Ejécito no se limitará a escuchar las críticas o a rechazar las injurias, sino que está dispuesto a "pasar a la acción".
La guerra de las Malvinas
Mientras, otro general, el expresidente Galtieri, declaraba ayer ante la comisión investigadora de las responsabilidades en la guerra de las Malvinas. Nicolaides anunció que, en los próximos días, se dará a conocer un documento "muy importante" en relación con ese conflicto bélico.Con este documento, y la llamada ley de Defensa de la Democracia, que permitiría la intervención militar ante un rebrote de la acción subversiva, el régimen pretende dar por terminados todos los cuestionamientos sobre los detenidos desaparecidos.