Un escándalo de especulación inmobiliaria puede salpicar al candidato socialdemócrata alemán Vogel
Los turbios negocios de Albert Vietor, presidente cesado de la empresa constructora Neue Heimat, propiedad de la Confederación Alemana de Sindicatos (DGB), causaron unas pérdidas superiores a los cien millones de marcos (5.300 millones de pesetas). Los democristianos (CDU-CSU) intentan que el escándalo salpique al candidato socialdemócrata a la Caricillería, Hans-Jochen Vogel, por su política de construcción cuando era alcalde de Munich entre 1960 y 1972.Cuando todavía colea el escándalo de los donativos o sobornos a políticos por parte del consorcio Flick ha vuelto a resurgir el caso de la Ne...
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Los turbios negocios de Albert Vietor, presidente cesado de la empresa constructora Neue Heimat, propiedad de la Confederación Alemana de Sindicatos (DGB), causaron unas pérdidas superiores a los cien millones de marcos (5.300 millones de pesetas). Los democristianos (CDU-CSU) intentan que el escándalo salpique al candidato socialdemócrata a la Caricillería, Hans-Jochen Vogel, por su política de construcción cuando era alcalde de Munich entre 1960 y 1972.Cuando todavía colea el escándalo de los donativos o sobornos a políticos por parte del consorcio Flick ha vuelto a resurgir el caso de la Neue Heimat, la mayor empresa constructora de Europa propiedad de los sindicatos.
El escándalo de la empresa sindical estalló hace un año con las denuncias del semanario Der Spiegel, lo mismo que en el caso Flick. Con la Neue Heimat quedaron en entredicho varios dirigentes sindicales implicados en turbios negocios de especulación de terrenos y compraventa de casas.
El presidente de la empresa, Vietor, tuvo que abandonar su puesto y ahora empiezan a salir a la luz las dimensiones de sus manejos, que han costado millones a los sindicalistas y han supuesto una pérdida de confianza en el aparato sindical de la DGB. Vietor, según el informe publicado ayer, causó a la Neue Heimat pérdidas superiores a los 105 millones de marcos (más de 5.500 millones de pesetas). Por medio de sociedades interpuestas y hombres de paja, Vietor compró, sobre todo en Munich, enormes extensiones de terreno que luego se vendieron al precio de solares.
Vietor niega que haya causado daños a la empresa, aunque una comisión investiga si el ex presidente será llevado a los tribunales.
Dada la afinidad entre sindicatos y socialdemocracia, el Caso estalla de nuevo en un buen momento para explotarlo electoralmente.
Los democristianos (CDU-CSU) han sacado a relucir que la empresa que compró los terrenos y luego los vendió a la Neue Heimat hizo su agosto en Munich con motivo de los grandes proyectos de construcción de viviendas del entonces alcalde Hans-Jochen Vogel, que hoy se presenta como candidato socialdemócrata a la cancillería.
De ahí a construir o insinuar una implicación de Vogel en lo ocurrido no va más que un paso.