Cartas al director

Dotación para la Armada

Quizá fuese oportuno explicar el calamitoso estado en el que se encontraba nuestra Armada a la muerte de Franco, ya que tan sólo las cinco fragatas tipo Baleares podían ser eficaces en caso de conflicto; el resto lo formaban algunas unidades construidas con anticuados diseños y auténticos vejestorios de la tan proclamada ayuda americana.Hubo casos vergonzosos, como el del submarino Narciso Monturiol, que, llegado de Estados Unidos a Cartagena a finales de 1972, hubo de ser dado de baja en agosto de 1975 por irreparables averías en sus motores, o el de los viejísimos destru...

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Quizá fuese oportuno explicar el calamitoso estado en el que se encontraba nuestra Armada a la muerte de Franco, ya que tan sólo las cinco fragatas tipo Baleares podían ser eficaces en caso de conflicto; el resto lo formaban algunas unidades construidas con anticuados diseños y auténticos vejestorios de la tan proclamada ayuda americana.Hubo casos vergonzosos, como el del submarino Narciso Monturiol, que, llegado de Estados Unidos a Cartagena a finales de 1972, hubo de ser dado de baja en agosto de 1975 por irreparables averías en sus motores, o el de los viejísimos destructores tipo Méndez Núñez, que, rechazados debido a su dudosa navegación, fueron impuestos por quien aquí dictaba.

Y quizá también convenga subrayar que -pese a las dificultades económicas- el portaviones, las otras tres fragatas, los ochos submarinos y las seis nuevas corbetas, en construcción o ya en servicio, significan que la democracia está intentando dotar a España de una Marina modesta, pero, desde luego, más eficaz que la de los pasados tiempos imperiales. / .

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