El régimen polaco pone en libertad a todos los internados, salvo a dirigentes representativos del sindicato Solidaridad

El Ministerio del Interior polaco ordenó ayer la liberación de todos los internados y el cierre de los campos de internamiento. La medida, sin embargo, no afectará a siete destacados dirigentes de Solidaridad, que pasaron a la situación de detenidos por la jurisdicción militar, acusados de compló contra el Estado.

La medida es un paso más en la normalización que pretende hacer efectiva en el país el general Wojciech Jaruzelski, quien ha conseguido en su visita a Moscú el respaldo de los líderes soviéticos. Así, Yuri Andropov visitará Polonia, en fecha aún no determinada, como...

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El Ministerio del Interior polaco ordenó ayer la liberación de todos los internados y el cierre de los campos de internamiento. La medida, sin embargo, no afectará a siete destacados dirigentes de Solidaridad, que pasaron a la situación de detenidos por la jurisdicción militar, acusados de compló contra el Estado.

La medida es un paso más en la normalización que pretende hacer efectiva en el país el general Wojciech Jaruzelski, quien ha conseguido en su visita a Moscú el respaldo de los líderes soviéticos. Así, Yuri Andropov visitará Polonia, en fecha aún no determinada, como demostración del apoyo de la URSS al proceso político abierto en Varsovia con la prohibición de todas las organizaciones sindicales y la suspensión del estado de sitio.La medida de gracia fue aplicable a más de doscientas personas, pero, en opinión de periodistas, permanecen en prisión entre 3.000 y 4.000 personas, con acusaciones concretas por actividades ilegales durante el estado de sitio.

La liberación no afectará a siete dirigentes del sindicato Solidaridad (ilegalizado). Se trata de Andrezj Gwiazda, de 47 años, vicepresidente del sindicato en Gdansk y viejo militante de la libre sindicación; Seweryn Jaworski, 51 años, vicepresidente en Varsovia; Marian Jurczyk, 47 años, presidente de Solidaridad en Szczecin; Karol Modzelewski, 45 años, ex compañero de Jacek Kuron en la disidencia en el partido comunista y ex portavoz de Solidaridad; Grzegorz Palka, 33 años, vicepresidente sindical en Lodz; Andrezj Rozplochowski, 32 años, presidente en Katowice, y Jan Rulewski, 38 años, presidente sindical de Bydgoszcz.

Los siete están acusados de compló contra el Estado y pueden ser condenados a penas que oscilan entre los cinco años de prisión y la pena de muerte. Estos hombres corren la misma suerte que cuatro militantes del autodisuelto Comité de Autodefensa Obrera (KOR), Jacek Kuron, Adam Michnik, Jan Lytinski y Henryk Wujec, que fueron acusados de conspiración contra el Estado.

A todos ellos se les aplicará el artículo 123 del Código Penal, que concierne a los delitos de compló contra el Estado y que en las actuales circunstancias de estado de sitio, e incluso bajo las leyes de la suspensión de dicho estado compete juzgar a la jurisdicción militar.

Personalidades liberadas

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Entre las personas representativas del sindicato Solidaridad que ayer recobraban la libertad se encuentran Tadeusz Mazowiecki, amigo personal del Papa y ex consejero de Walesa; Bronislaw Gemerek, historiador y, al igual que el anterior, consejero del presidente de Solidaridad, y Janusz Onyskiewicz, ex portavoz de la organización sindical y, antes de su internamiento, defensor de las tesis radicales.EI ministro de Justicia polaco, Sylwester Zawacki, anunció la semana pasada la liberación de los internados antes del primer día de suspensión del estado de sitio -el próximo 31 de diciembre-, salvo "un reducido grupo de personas", contra quienes se poseen pruebas de "haber tenido actividades con el propósito de derrocar al régimen por la fuerza".

Coincidiendo con la liberación de decenas de internados, los dirigentes clandestinos de Solidaridad publicaron una declaración en la que se negaron a salir a la luz pública y renunciar a sus actividades. "Para el régimen", se escribe en el semanario clandestino Tygodnik Mazowsze, "todas las manifestaciones de la vida social que no controla son consideradas clandestinas. Pero en un país donde el propio poder es ilegítimo, la expansión de la libertad depende de estas acciones clandestinas".

La continuación de estas acciones se centrarán en la Prensa, que es una de las mayores fuerzas de oposición al régimen y de agrupación de militantes de Solidaridad, una vez que las acciones de masas y la lucha en el seno de las empresas han sufrido una dura represión.

Por su parte, Lech Walesa, en declaraciones al diario norteamericano The Washington Post, aseguró que el movimiento social que representa Solidaridad obtendrá la victoria política a largo plazo, sin recurrir a la fuerza, y aseguró que mantiene: su disposición a poner en vigor las resoluciones de la dirección del sindicato del 12 de diciembre de 1981, que reclamaba elecciones libres en Polonia y el control obrero de las empresas.

Walesa reiteró su negativa a utilizar la fuerza contra las autoridades. "Vencer", dijo, "no significa pelear contra las autoridades. La próxima victoria será más completa y satisfactoria para todos".

En la misma entrevista, el líder sindicalista aseguró que tiene intención de solicitar a las autoridades permiso para poder viajar a Suecia, el Vaticano y Estados Unidos en el transcurso del año próximo.

Entrevista Andropov-Jaruzelski

En Moscú ayer se entrevistaron los líderes soviético y polaco, Yuri Andropov y el general Jaruzelski, respectivamente, para tratar sobre el estrechamiento de la cooperación y el fortalecimiento de la ayuda de la URSS a Polonia.Después de la entrevista en el Kremlin se hizo pública la invitación -aceptada con agradecimiento- de Jaruzelski para que Andropov visite Polonia, pero no se fijó la fecha en que ésta se llevará a cabo.

En el comunicado oficial se afirmaba que las autoridades polacas "aprecian altamente la importancia de la ayuda fraterna de la URSS" y los soviéticos expresaban "la solidaridad inquebrantable de los comunistas y pueblo soviéticos con losdomunistas y pueblo polacos".

En este comunicado hubo también una referencia explícita a las relaciones entre el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) y el Partido Obrero Unificado Polaco (POUP, comunista), que está dirigido por el general Jaruzelski. Ambos partidos, añadía el texto común, "están decididos a continuar fortaleciendo sus yínculos en todas las esferas y a actuar en estrecha colaboración en los asuntos internacionales". Ambos líderes expresaron la oposición conjunta "a la política imperialista" y el rechazo de la injerencia de ciertos círculos "en los asuntos internos de Estados soberanos".

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