El Parlamento Europeo, a favor de la adhesión de España en 1984

ENVIADA ESPECIALEl Parlamento Europeo aprobó ayer dos resoluciones, aparentemente contradictorias, en relación con la adhesión de España y de Portugal a la Comunidad Económica Europea. Por un lado, se pide al Consejo de Ministros de la CEE que finalice las negociaciones antes del 30 de marzo de 1983, a fin de que la ampliación pueda producirse efectivamente en 1984, y por otro se exige que, previamente a dicha ampliación, los diez modifiquen los actuales reglamentos agrícolas para productos mediterráneos, lo que hace utópico dicho calendario.

El debate se centró en dos proye...

ENVIADA ESPECIALEl Parlamento Europeo aprobó ayer dos resoluciones, aparentemente contradictorias, en relación con la adhesión de España y de Portugal a la Comunidad Económica Europea. Por un lado, se pide al Consejo de Ministros de la CEE que finalice las negociaciones antes del 30 de marzo de 1983, a fin de que la ampliación pueda producirse efectivamente en 1984, y por otro se exige que, previamente a dicha ampliación, los diez modifiquen los actuales reglamentos agrícolas para productos mediterráneos, lo que hace utópico dicho calendario.

El debate se centró en dos proyectos, presentados, respectivamente, por George Sutra, socialista francés y especialista en el probema agrícola de la región del Midí, y por lord Douro, conservador británico, descendiente del duque de Wellington.

Sin embargo, no puede hablarse de un planteamiento conservador, más favorable a España, y de uno socialista, más duro, porque en los dos casos se produjeron numerosas deserciones dentro de cada grupo a la hora de votar.

La resolución más interesante, por cuanto pueda reflejar la opinión de un sector del partido socialista francés, es la presentada por Sutra, que recomienda al Consejo de Ministros, "la mayor firmeza con los países candidatos" a fin de que acepten, desde ahora mismo el acervo comunitario y se abstengan de desarrollar productos agrícolas que son ya excedentarios en los diez.

El Parlamento acepta, con el apoyo de los socialistas franceses, que este problema se estudie "de común acuerdo con, los países candidatos". La novedad más importante, dentro del tono de gran dureza del documento, es la declaración de que si bien la adhesión no puede producirse antes de que se solucionen los problemas internos de los diez, ello no implica que las negociaciones agrícolas con España continúen bloqueadas.

El informe Sutra pide también el aumento del 1% del IVA y una tasa especial sobre materias grasas, dos puntos que provocaron, sin duda, el voto en contra de los socialistas alemanes y británicos. Los comunistas franceses y griegos no quieren, pura y simplemente, la actuación de la CEE.

La resolución presentada por lord Douro fue también aprobada, pese a que contó con la abstención de socialistas y gaullistas franceses, poco amigos de calendarios concretos.

Una enmienda presentada por tres conservadores británicos que pedían al nuevo Gobierno español que respete su promesa electoral de abrir la verja de Gibraltar, fue rechazada incluso con el voto en contra de lord Douro.

Natali: transición por etapas

El debate general fue seguido por una intervención del presidente de la Comisión Europea, Lorenzo Natal¡, quien se mostró contrario a un, período transitorio por etapas y afirmó que la exigencia de que se reduzcan las producciones excedentarias no es solo aplicable a los países candidatos, sino también a los ya miembros.

En medios diplomáticos españoles se estimaba ayer que el debate había sido positivo y que las propuestas de Sutra, aunque inaceptables en gran parte, suponían un paso adelante por cuanto al menos permitirían abrir la negociación agrícola.

En medios próximos a la Comisión Europea, se calificaba el calendario aprobado por el Parlamento de "irreal". La Comisión someterá a la próxima cumbre europea (jefes de Estado y de Gobierno) un inventario sobre la ampliación en el que se afirma que el coste es soportable y se insiste en la necesidad de que se aumente el techo del 1% del IVA como recurso propio de la Comunidad Económica Europea. Los expertos de la Comisión no esperan ninguna reacción concreta del Consejo Europeo, que se limitará, probablemente, a trasladar el informe a los ministros de Asuntos Exteriores.