Desiertos los principales premios del festival de teatro de Sitges

Transcurridos los diez largos, aburridos y, en su mayoría, lluviosos días que ha durado el XV Festial Internacional de Teatro de Sitges, el balance del mismo puede resumirse en cuatro palabras: el Festival no funciona. Es decir, que su actual planteamiento -programación, organización e infraestructura- no permite, en modo alguno, un funcionamiento normal del mismo. En el palmarés se han dejado vacíos los premios al mejor texto inédito y al mejor montaje. La predera ha recaído a los espectáculos In the pink, de Gran Bretaña, Lisístrata de Stravos Doufexis ...

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Transcurridos los diez largos, aburridos y, en su mayoría, lluviosos días que ha durado el XV Festial Internacional de Teatro de Sitges, el balance del mismo puede resumirse en cuatro palabras: el Festival no funciona. Es decir, que su actual planteamiento -programación, organización e infraestructura- no permite, en modo alguno, un funcionamiento normal del mismo. En el palmarés se han dejado vacíos los premios al mejor texto inédito y al mejor montaje. La predera ha recaído a los espectáculos In the pink, de Gran Bretaña, Lisístrata de Stravos Doufexis y The Poe project, montaje estadounidense.Programar 43 espectáculos (24 nacionales y 19 extranjeros), la mayoría en funciones únicas y algunos de ellos a idénticas horas, ya se nos antoja de por sí un disparate. Y más tratándose de un Festival que cuenta con un presupuesto de tan sólo unos catorce millones de pesetas, más la hipotética taquilla (cuyos ingresos se calculaban este año -un tanto alegremente- alrededor del millón y medio de pesetas, la misma cantidad que, dicen, se recaudó el año anterior).

Tal vez fuera aconsejable reducir el número de espectáculos, elevar su calidad -mediante una rigurosa selección, la cual vistos los resultados, no parece llevarse a cabo- y programarlos hasta cuatro o cinco veces, de modo que pudiesen ser vistos por todo el mundo. En cuanto a los espectáculos escolares, de compañías recién salidas de los institutos teatrales, como algunos que hemos visto, con verdadera indignación, este año, tal vez podrían, previa selección, ir a engrosar el off-Festival (diez espectáculos este año).

Por otra parte, pensamos que, con su actual planteamiento, un Festival de diez días de duración es excesivo en una localidad donde la población -y éste es un hecho que nadie discute- vive de espaldas al Festival y donde su público, compuesto principalmente por jurados, ponentes, autores, directores, críticos, artistas, actores, actrices, escolares de EGB, BUP y COU y algún que otro sitgetano, tan sólo aumenta un poquitín los fines de semana, sin tampoco llenar del todo los teatros.

En cuanto a la infraestructura, está muy claro que no puede ofrecerse un buen Festival en salas que se llenan el doble o el triple de su aforo normal.

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