Desastrosa actuación de la presidencia

El presidente de la plaza de Guadalajara se troncha de risa durante toda la corrida. Cada infracción reglamentaria que cometen le provoca amplias carcajadas y el domingo se rió mucho, porque se pasé la tarde ignorando el reglamento.Envió a Robles un aviso antes de transcurrir el tiempo, no lo hizo con Espartaco pese a que el toro de éste dobló dos minutos después de transcurrido el reglamentario.

Concedió una oreja coaccionado por una eufórica señora del público que le metió el pañuelo por las narices.

Dió otra tras un bajonazo, devolvió el sexto toro que se inutilizó durante la ...

El presidente de la plaza de Guadalajara se troncha de risa durante toda la corrida. Cada infracción reglamentaria que cometen le provoca amplias carcajadas y el domingo se rió mucho, porque se pasé la tarde ignorando el reglamento.Envió a Robles un aviso antes de transcurrir el tiempo, no lo hizo con Espartaco pese a que el toro de éste dobló dos minutos después de transcurrido el reglamentario.

Concedió una oreja coaccionado por una eufórica señora del público que le metió el pañuelo por las narices.

Dió otra tras un bajonazo, devolvió el sexto toro que se inutilizó durante la lidia. Mantuvo otro que estaba tullido total y permitió la salida en hombros de Espartaco, que sólo había obtenido una oreja. Es evidente que no se hace peor.

Julio Robles, hizo faena de trámite al primero del lote que le tocó en suerte, y entendió muy bien al cuarto al que sacó todos las pases que tenía.

Campuzano toreó con valor al segundo y de modo teatral y ratonero al quinto.

Espartaco hizo una larga faena al tercero y mantuvo en pie al sexto.