La invasión israelí de Líbano

Israel pretende que la OLP se rinda y abandone Líbano

El Gobierno israelí propuso ayer la evacuación de Líbano y el desarme de los jefes y de los guerrilleros de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), a quienes ofreció vía libre para abandonar la capital libanesa. En un comunicado oficial emitido ayer por el Gobierno judío, tras la reunión del Consejo de Ministros en Jerusalén, Israel propugna "la entrada del ejército libanés en Beirut occidental y la entrega a éste de las armas en poder de los quince grupos que componen la OLP".

El comunicado oficial judío asegura que Israel observará el alto el fuego durante la salida pal...

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El Gobierno israelí propuso ayer la evacuación de Líbano y el desarme de los jefes y de los guerrilleros de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), a quienes ofreció vía libre para abandonar la capital libanesa. En un comunicado oficial emitido ayer por el Gobierno judío, tras la reunión del Consejo de Ministros en Jerusalén, Israel propugna "la entrada del ejército libanés en Beirut occidental y la entrega a éste de las armas en poder de los quince grupos que componen la OLP".

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El comunicado oficial judío asegura que Israel observará el alto el fuego durante la salida palestina de Beirut, "siempre que el enemigo no lo viole", y sugiere que la Cruz Roja Internacional supervise esta retirada a lo largo de la carretera que une Beirut con Damasco "o por donde ellos (los palestinos) prefieran".El Consejo de Ministros israelí "vería con satisfacción que el Gobierno norteamericano contribuya a la concreción de este acuerdo en favor de un Líbano libre e independiente", añadió el comunicado.

Dan Meridor, portavoz gubernamental israelí, precisó que el Ejército judío, parapetado alrededor de Beirut oeste, respetará el cese el fuego, pero agregó que "responderá con fuerza a cualquier violación de este acuerdo". Meridor subrayó que "el convoy de los terroristas (denominación que empleó para definir a los combatientes palestinos) se encaminará más allá de la frontera sirio-libanesa, por la carretara nacional Beirut-Damasco".

El portavoz israelí añadió que "en la ruta controlada por el Ejército de Israel, el convoy no será hostigado. Si los terroristas desean utilizar otra vía de salida, el Ejército judío se lo permitirá".

Según dijo Dan Meridor, "tras la liberación de Beirut, oeste y la reunificación de la capital libanesa, comenzarán las negociaciones políticas entre todas las partes afectadas para conseguir un arreglo que asegure la integridad territorial de Líbano, la retirada de este territorio de todas las fuerzas extranjeras y la independencia y la paz de Líbano". Tal arreglo, concluyó el portavoz judío, "constituiría para la población de la Alta Galilea una garantía total para su seguridad". La flexibilización de las posiciones de Israel -a despecho de la oposición del ministro de Defensa, Ariel Sharon- se debe a varias razones, según informa desde Jerusalén.

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La primera de ellas es que la dimisión de Alexander Haig inquieta seriamente a los dirigentes israelíes, que han perdido con su relevo un defensor sincero de su causa, y se muestran temerosos de que George Schultz, ex presidente dé la compañía Bechtel -la poderosa firma norteamericana con importantes intereses en Arabia Saudí-, acabe por reforzar el antiisraelismo de Caspar Weinberger, ex vicepresidente de la misma compañía.

En segundo lugar, Israel no está acostumbrado a las guerras largas, y la población de la retaguardia, al igual que los soldados reservistas, comienzan a mostrar fatiga ante una guerra que parece haber logrado todos sus objetivos (según ha manifestado el primer ministro, Menájem Beguin).

Por último, varios ministros aseguran que una flexibilizacion de las posturas de Israel será acogida favorablemente por Washináton y por la opinión pública internacional. En estas condiciones, si la negociación fracasa no se podrá culpar completamente de ello a los dirijeentes judíos, en caso de que el Ejército sea enviado para "acabar la tarea" en Beirut oeste.

Sea lo que sea, una cosa resulta segura: el Gobierno israelí no desea un bloqueo de la situación, no desea mantener indefinidamente la tenaza alrededor de Beirut oeste.

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