Cartas al director

La paz en las Malvinas

Cuestión de soberanía. Quisiera manifestarle mi más sincera felicitación por su artículo Una cuestión de soberanía (EL PAÍS, 4 de mayo de 1982). Suscribo todo lo que usted dice punto por punto.Las personas, esos habitantes de las Falkland o Malvinas (como ellos quieran) acostumbrados a una vida tolerante y en libertad, son más importantes que los problemas de símbolos y soberanías utilizados por el poder para justificar su violencia. Y no me refiero a los símbolos culturales de identidad histórica, que no deben ser manipulados y que son importantes.

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Cuestión de soberanía. Quisiera manifestarle mi más sincera felicitación por su artículo Una cuestión de soberanía (EL PAÍS, 4 de mayo de 1982). Suscribo todo lo que usted dice punto por punto.Las personas, esos habitantes de las Falkland o Malvinas (como ellos quieran) acostumbrados a una vida tolerante y en libertad, son más importantes que los problemas de símbolos y soberanías utilizados por el poder para justificar su violencia. Y no me refiero a los símbolos culturales de identidad histórica, que no deben ser manipulados y que son importantes.

También son importantes esas pobres personas, argentinos e ingleses, que son utilizados por sus respectivos poderes y darán su vida por una causa absurda.

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El problema está entre dos hechos que acusan a los dos contendientes. Una dictadura abominable que intenta reforzarse con una acción exterior, y que la mejor noticia que debiera generar es sti propia caída y el restablecimiento de la libertad y la tolerancia en la Argentina. Por otra parte, una potencia que no puede pensar que sus problemas coloniales pueden mantenerse estables de forma indefinida y que debería ir solucionando estas situaciones. /

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