La guerra estalló en las Malvinas

El espionaje al servicio de la guerra

En la guerra, la inteligencia y el espionaje pueden resultar cruciales. En esta era tecnotrónica, la guerra de las ondas puede determinar el éxito o el fracaso de las operaciones militares y diplomáticas. En este campo, el Reino Unido tiene una y larga tradición, lo que significa, en principio, una marcada superioridad sobre Argentina.Las Fuerzas Armadas argentinas que se encuentran en las islas Malvinas dependen en grado extremo para sus comunicaciones secretas de sus radios y de los radares que sirven para detectar la llegada del enemigo.

Para su espionaje, Argentina cuenta con...

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En la guerra, la inteligencia y el espionaje pueden resultar cruciales. En esta era tecnotrónica, la guerra de las ondas puede determinar el éxito o el fracaso de las operaciones militares y diplomáticas. En este campo, el Reino Unido tiene una y larga tradición, lo que significa, en principio, una marcada superioridad sobre Argentina.Las Fuerzas Armadas argentinas que se encuentran en las islas Malvinas dependen en grado extremo para sus comunicaciones secretas de sus radios y de los radares que sirven para detectar la llegada del enemigo.

Para su espionaje, Argentina cuenta con un solo avión Boeing 707, equipado para estos menesteres, y seguramente recibe información a través de la Unión Soviética, que el pasado 21 de abril lanzó un nuevo satélite que cubre justo la ruta entre el disputado archipiélago y la isla británica de la Ascensión. Incluso, según el diario conservador The Daily Telegraph, Buenos Aires estaría recibiendo datos sobre el destacamento naval británico por medio de las informaciones recolectadas por la compañía aérea española Iberia en sus vuelos entre Buenos Aires y Madrid. The Daily Telegraph no precisa sus fuentes. Iberia desmintió ayer a nuestro periódico con absoluta rotundidad" esta información. La compañía española no emplea al servicio de intereses ajenos los datos propios, dijeron las fuentes, "y además no utiliza ninguna aerovía próxima a la zona. Los puntos más cercanos al área del conflicto a los que vuela son Santiago de Chile y Buenos Aires, a más de 1.500 millas de las Malvinas".

Para producir interferencias e interceptar los mensajes del enemigo, las fuerzas británicas disponen de una amplia panoplia de contramedidas electrónicas, probadas repetidas veces en maniobras de la OTAN.

Servicios de inteligencia

Pero son los servicios de inteligencia los que pueden desempeñar un papel fundamental, especialmente ahora que Estados Unidos apoya apoyar abiertamente a Londres. Según el semanario The New Statesman, el Reino Unido forma parte de una red mundial de inteligencia que integra a Estados Unidos, Canadá y Australia. Estos cuatro países disponen desde 1973 de un sistema de control de las comunicaciones por radio en el océano capaz de localizar a cualquier barco a través de sus transmisiones Una de las bases de este sistema sigint (signals intelligence) está en la isla de la Ascensión, operada por británicos. El Gobierno británico tiene acceso a los datos del Centro de Información y Vigilancia de las Flotas Oceánicas (FOSIC), cuya sede está en los cuarteles generales de la Marina" estadounidense en Grosvenor Square (Londres). El FOSIC recibe información de satélites, sistemas de vigilancia submarina , barcos, aviones y espías, y normalmente se la pasa a Northwood, el centro de mando de la Marina británica, desde donde estos días se controlan las operaciones del destacamento naval en las Malvinas. EE UU dispone además de su sistema de comunicaciones por satélite, con una terminal en la isla de la Ascensión, y de Osus (satélites para la vigilancia de los océanos), uno de cuyos centros más importantes está ubicado en Edzell (Escocia). Según The New Statesman,, los satélites de este sistema operan en formaciones de a cuatro (nube blanca), completando sus órbitas a mil kilómetros de la Tierra en 104 minutos, y recogen sus datos por medio de fotografías, radar y señales de radio. Con estos sistemas, a los que hay que añadir los satélites de la CIA, EE UU y el Reino Unido pueden cubrir estos días la mayor parte del Atlántico sur, reforzando su información con vuelos, de aviones espías tipo U2 o SR 71. Todos estos sistemas son compatibles con los de la OTAN y, por tanto, con los satélites Skynet británicos.

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