La aviación británica bombardea repetidas veces los aeropuertos de las islas Malvinas

El Estado Mayor conjunto argentino comunicó ayer a las 21.30 (hora de Madrid) que la aviación británica continuaba atacando los aeródromos de las Malvinas. El comunicado militar afirma que "a pesar de los violentos enfrentamientos, nuestras Fuerzas Armadas mantienen intacto su sistema de defensa y su capacidad de combate". A la una de la madrugada, las pérdidas anunciadas oficialmente por parte argentina como consecuencia del ataque británico eran dos cazas bombarderos Sea Harrier y una fragata gravemente dañada, por parte británica. De parte argentina la Junta Militar sólo admitía la destrucc...

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El Estado Mayor conjunto argentino comunicó ayer a las 21.30 (hora de Madrid) que la aviación británica continuaba atacando los aeródromos de las Malvinas. El comunicado militar afirma que "a pesar de los violentos enfrentamientos, nuestras Fuerzas Armadas mantienen intacto su sistema de defensa y su capacidad de combate". A la una de la madrugada, las pérdidas anunciadas oficialmente por parte argentina como consecuencia del ataque británico eran dos cazas bombarderos Sea Harrier y una fragata gravemente dañada, por parte británica. De parte argentina la Junta Militar sólo admitía la destrucción de un aparato en el aeropuerto de Port Stanley.

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Según el Ministerio de Defensa británico, al menos dos de sus aviones Mirages y uno de sus bombarderos Canberra. A la hora de cerrar esta edición, aviones y buques británicos estaban bombardeando las posiciones argentinas en las islas.La Junta de Buenos Aires se declaraba ayer dispuesta a "defenderse de la agresión colonial contodos los recursos a su alcance", y decidió llamar a filas a los jóvenes reservistas que cumplieron su servicio militar en 1980.

En los ataques no hubo bajas por parte británica, según un portavoz del Ministerio de Defensa de Londres, que señaló que la ofensiva había sido llevada a cabo por bombarderos Vulcan, primero, y por aviones Harrier después.

Los bombarderos Vulcan, que partieron de la base de la isla Ascensión (3.350 millas marinas al noroeste de las Malvinas) y fueron reavituallados en vuelo por aviones Victor, atacaron las dos pistas de aterrizaje durante la noche pasada en una primera oleada, seguida, en la madrugada, por un ata que de aviones Sea Harrier más tarde, según informó el Ministerio de Defensa británico, quien agregó que la pista del aeródromo de Port Stanley había quedado destrozada y destruidos los aparatos que se e ncontraban en la misma.

Londres salía así al paso de las informaciones divulgadas por la Junta Militar argentina en un escueto comunicado en el cual se señalaba que el ataque "fue rechazado por la artillería antiaérea de las fuerzas que defienden nuestra soberanía". Posteriormente, el Estado Mayor conjunto argentino afirmaba que durante el ataque habían sido derribados dos aviones Harrier por el fuego antiaéreo argentino. Por su parte, el Ministerio de Defensa británico afirmaba ayer que el ataque "había sido un éxito" y que todos los aviones y el personal que participaron en el mismo habían regresado regularmente a sus bases.

En Londres, fuentes oficiosas señalaron que el ataque, decidido al parecer el viernes pasado por el Gabinete de crisis del Reino Unido, constituye una nueva presión sobre el Gobierno argentino para aumentar su aislamiento. El ministro de Asuntos Exteriores británico, Francis Pym, partió ayer con destino a Washington, donde hoy se entrevistará con el secretario de Estado norteamericano, Alexander Haig.

El presidente norteamericano, Ronald Reagan, calificó ayer de "sorpresa completa" el ataque británico al archipiélago de las Malvinas y recordó que Estados Un¡dos "sigue dispuesto a ayudar a que se logre una solución pacífica".

El Kremlin acogió con aparente prudencia el agravamiento de la crisis y el apoyo prestado por Washington a Londres, pero observadores occidentales en la capital soviética comentaban ayer que las diferencias entre Estados Un¡dos y Argentina deben haber sido el mejor regalo político que podía recibir la Unión Soviética.

Buenos Aires denunció ayer el ataque de la aviación británica ante las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos como "una violación de la resolución 502 del Consejo de Seguridad de la ONU".

El Gobierno cubano se declaró anoche "dispuesto a cumplir su deber de apoyo a Argentina por todos los medios necesarios", afitmando que "ha llegado la hora de la solidaridad latinoamericana". En un enérgico comunicado difundido por La Habana se señala que "la causa de las Malvinas es la del pueblo argentino y la de toda América Latina y del Caribe. Es preciso detener la agresión e imponer el derecho", concluye el comunicado.

Páginas 2 y 3

El aeropuerto atacado por la aviación británica está situado a 4 km. de Puerto Stanley, la capital de las Malvinas, y dispone de una sola pista de alrededor de mil metros de longitud. La capital tiene poco más de mil habitantes, casi la mitad de la población de las islas, y está situada al fondo de una bahía interiorENRIQUE RESEL

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